Por fin ha llovido en Segovia. Su llegada era esperada por todos, no solamente por los agricultores, pues el triste estado de los embalses amenazaba prontas restricciones. Sin embargo, la lluvia caída ha sido escasa, demasiado escasa. Así que poco ha mejorado el panorama.
La Comisión Permanente de la Sequía de la cuenca del Duero se reunió, el pasado viernes, en la sede de la Confederación Hidrográfica del Duero, en Valladolid, para valorar el aumento del volumen de agua registrado en los embalses del Estado en esta demarcación, cifrado en 63 hectómetros cúbicos gracias a las precipitaciones en forma de lluvia y nieve registradas durante los últimos diez días.
De acuerdo a la información proporcionada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, este incremento del agua almacenada ha mejorado ligeramente la situación de los embalses de la cuenca del Duero, aunque todavía se encuentran muy alejados de los valores medios propios de la primera quincena de diciembre.
Tales dados son extrapolables a la provincia de Segovia. El embalse de El Pontón Alto tenía el sábado un volumen embalsado de 3,61 hectómetros cúbicos, una cifra ligeramente superior a la de la semana precedente, cuando era de 3,16. En cualquier caso tales cifras son muy inferiores a las de hace un año, cuando El Pontón Alto almacenaba el doble de agua que ahora (6,57 hectómetros cúbicos). Situación prácticamente idéntica es la del embalse de Linares del Arroyo, en Maderuelo. El sábado, 16 de diciembre, contaba con 15,24 hectómetros cúbicos de agua embalsada, algo más que hace semana (15,16), pero mucho menos que hace un año (27,74). De los otros embalses segovianos, según los datos que figuran en el Sistema Automático de Información Hidrológica (S.A.I.H.) de la Confederación Hidrográfica del Duero, el nivel del agua en Burgomillodo ha aumentado levemente del 12 al 17 de diciembre, algo que no ocurre en Las Vencías, donde ha bajado, si bien de forma liviana.
En esta tesitura, el panorama no se presenta muy alentador, toda vez que en la provincia apenas lloverá en los próximos días. La Agencia Estatal de Meteorología informa, en su página web, que hoy hay un 5% de probabilidades de precipitación en Segovia, y mañana de un 45% desde medianoche a mediodía; el miércoles y jueves no caerá una gota; y el viernes la probabilidad de precipitación es muy baja, el 5%.
Así las cosas, la recta final del otoño apenas dejará lluvia en Segovia, confirmando que el de 2017 ha sido el otoño más seco del último medio siglo, tal y como indican las estadísticas. Pinta pues, mal.
Hace casi un par de meses, el 22 de octubre, la alcaldesa de Caballar ya adelantó a este diario que, si persistía la sequía, cuando llegara la primavera de 2018 se plantearía la posibilidad de celebrar ‘mojadas’, ese ancestral rito en el que mojan las cabezas de San Valentín y Santa Engracia que llueva. A lo mejor esa va a ser la solución para llenar los embalses…
