La ocupación media de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la Comunidad de Castilla y León ya está por debajo del 35 por ciento, es decir, inferior al porcentaje fijado por la Junta para rebajar las medidas excepcionalísimas y comenzar con la desescalada. Concretamente, la ocupación UCI alcanza el 34 por ciento, siendo las de Ávila y Salamanca las que menor presión por casos de coronavirus presentan, por debajo del 25 por ciento.
Así ha avanzado este viernes la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ante la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla y León, donde ha insistido que la ocupación de críticos seguirá siendo el elemento que condicione la desescalada, ya que un “aumento repentino de casos puede desbordar el sistema”.
Además, la consejera reiteró que la desescalada por provincias será “progresiva, lenta y segura”, revisándose la situación epidemiológica de cada una de ellas a lo largo de 14 días, periodo en el que, si alguna provincia cumple con los requisitos marcados, podrá seguir rebajando las restricciones. “Evaluaremos la situación de manera constante siempre muy atentos a posibles rebrotes”, concluyó.
Pese a no haber alcanzado ayer el nivel de ocupación fijado, el vicepresidente anunció que, a partir del próximo lunes, quedarán sin efecto las restricciones adicionales en la Comunidad, permitiendo la reapertura del interior de los establecimientos de hostelería, centros comerciales e instalaciones deportivas. El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ya ha publicado hoy, viernes 5 de marzo, este acuerdo, ante el «manifiesto cambio de tendencia en la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2 en Castilla y León«.
