Desde el Ayuntamiento se dan por finalizadas las obras en el mercado de los Huertos, después de diez meses de obras. Tras un problema con las consignas refrigeradoras y una filtración en la marquesina que ya han sido arregladas, el alcalde, José Mazarías, anunció la semana pasada que, a falta de que los puestos sean asignados a sus nuevos propietarios, culminaba así la remodelación de las instalaciones con el fin de revitalizarlas, cuando cumple 80 años como parte de la historia viva de Segovia.
Tras los trabajos realizados en los últimos meses, el mercado de los Huertos se adapta a las necesidades actuales y según informan desde el Ayuntamiento, cuenta con una nueva distribución de los siete puestos más funcional y una zona común para el público cubierta que favorecerá el uso de las instalaciones, potenciando el comercio minorista especializado y proporcionando un servicio cercano tanto a los residentes de la zona como al viajero ocasional.
Entre otras cosas, se ha instalado una nueva red de saneamiento y drenaje del edificio, se ha realizado un nuevo cerramiento de la fachada e incorporado aislamiento térmico. El espacio cuenta con aseos adaptados, una nueva instalación eléctrica, alumbrado y climatización, red wifi, consignas refrigeradas y un muelle de carga posterior totalmente renovado y mejorado. Como indica el presidente del Colegio de Arquitectos de Segovia, Alberto López, “esta renovación era necesaria porque el mercado estaba muy anticuado, ya que es importante mantener un espacio de suministros para el barrio del Casco Antiguo”.
No obstante, las obras en este mercado histórico de la ciudad, que ha alimentado a los segovianos y segovianas durante décadas, no han estado exentas de quejas por parte de vecinos y comerciantes.
Algunos de los antiguos usuarios del complejo, han criticado, como ya se ha hecho eco este periódico en un par de ocasiones, la desaparición de uno de los elementos arquitectónicos originales, la fuente de tres caños que se situaba en uno de los rincones del patio interior y que, según Alberto López, se atribuye al arquitecto municipal de la época, Manuel Pagola, diseñador del mercado, así como de muchos otros edificios civiles de la ciudad durante la primera mitad del siglo XX, ya que “figuraba en los planos originales”. Esta fuente, que según los documentos de la época estuvo en las instalaciones desde su origen, fue desmontada al principio de las obras, pero según afirman los vecinos del casco antiguo, ahora que finalizan las labores de remodelación, este elemento sigue sin reponerse. Confían, al igual que López, que este elemento vuelva a reponerse y que se eliminara temporalmente para no dañarla en las obras. “Siempre hace ilusión mantener estos elementos que forman parte de la memoria histórica”, señala el arquitecto. López a recordado además que este tipo de elementos han perdurado en ocasiones incluso después de desaparecer el mercado, como fue el caso de la plaza de Somorrostro, donde el parque infantil aun recuerda al antiguo mercado, desaparecido en los años ochenta, al mantener el reloj y la fuente originales del mismo.
En cuanto a los comerciantes que durante mucho tiempo mantuvieron un puesto en el mercado, también tienen motivos para presentar sus quejas al Ayuntamiento. Algunos de ellos, que tras el comienzo de las obras tuvieron que mudarse a otros establecimientos cercanos, indican que no podrían volver a tomar sus anteriores puestos debido a la subida de los alquileres, que desde el Ayuntamiento informan que rondará los 500 euros, aunque como informan los comerciantes “todavía no nos han dicho nada en firme”. A esto, tendría que sumarse una inversión inicial para el acondicionamiento de cada puesto y el compromiso de mantener el contrato durante cinco años, algo que no está al alcance de todos. El pasado octubre se llevó a cabo una reunión informativa para los interesados en instalarse en el nuevo mercado, donde entre otras cosas, se aseguró que los antiguos inquilinos de los locales contarían con 15 puntos de ventaja para solicitar los nuevos puestos. De esta forma se pretende también mantener el comercio tradicional sobre la restauración o la hostelería, algo que para la oposición en el Ayuntamiento “hay de sobra en el recinto amurallado”.
En este sentido y a pesar de dicha ventaja, desde Segovia en Marcha consideran que estas nuevas condiciones, difíciles de afrontar para los comerciantes tradicionales, puedan acabar con la presencia del pequeño comercio de proximidad en el mercado, “porque abre la puerta a que pueda acabar siendo un foco turístico más”, en lugar de continuar siendo como hasta ahora, un comercio de abastecimiento para los vecinos y vecinas del casco antiguo, convirtiendo al barrio en “un parque temático”.
El presidente del Colegio de Arquitectos considera que de cara al turismo es muy bueno revitalizar esta zona,una de las más visitadas de la ciudad, aunque debería mantener su labor de abastecimiento del vecindario, que sin embargo, considera “compatible con la inclusión de la hostelería”.
El alcalde José Mazarías, ha respondido alegando que desde el Ayuntamiento apoyan al comercio de proximidad y que es lógico que los nuevos puestos sean más caros que los antiguos, ya que, antes de la reforma “Si hubieran tenido cualquier tipo de inspección sanitaria, habría que haberlo cerrado (el mercado)” y considera que “era imposible mantener un mercado como aquel en aquellas condiciones”.
Mazarías también justificó que el acondicionamiento de los locales corra a cuenta de sus inquilinos, algo que, recuerda, venía estipulado en el proyecto del mercado. El alcalde considera que es una medida lógica para que cada uno pueda emplear sus propios elementos y decoración, distintivos de cada negocio.
Ahora que las obras han finalizado y solo queda la asignación de estos puestos, desde el Ayuntamiento de Segovia esperan poder reabrir los Huertos “en breve”. Todavía no hay una fecha concreta, aunque se baraja principios de 2025 para que todo esté a punto. Esto devolvería el pulso comercial del barrio, a la espera tanto de vecinos como comerciantes, de que a pesar de esta necesaria modernización del espacio, el mercado siga siendo el mismo de siempre y que mantenga la integridad, tanto estructural como de cometido con que fue creado hace 80 años y que lo ha convertido, tanto en uno de los mejores ejemplos de los diseños de Pagola en Segovia, como en un edificio emblemático de la arquitectura civil del siglo XX para los habitantes de la ciudad.
