“Fue impresionante”, explicó Marisa Duque, propietaria del restaurante Casa Duque, preguntada por lo acontecido la tarde del pasado viernes en uno de sus salones.
El vídeo que grabó un cliente mientras Duque, ayudada por una joven, partía el cochinillo al estilo tradicional segoviano, con un plato que posteriormente se lanza al suelo, ya es viral. Y es que la niña, de manera totalmente inocente, no dudó en seguir las instrucciones de la propietaria, que la instó a “tirar el plato a la de tres” y, equivocadamente, empujó la bandeja en la que se encontraba el lechón troceado hacia el suelo donde quedó todo desparramado.
“Ese día teníamos en nuestro restaurante a varios conocidos de la casa, decidí preguntar a la pequeña si quería ayudarme a partir el cochinillo y aceptó. Con mi ayuda, partimos el cochinillo y la dije que a la de tres, tiraríamos el plato”, informó la hostelera.
“En ese momento, cuando sacó la mano izquierda y empujó la bandeja, no pensé nada, solo abracé a la niña y la dije que no pasaba nada. El comedor estaba lleno y la gente comenzó a gritar por lo que había sucedido”, señaló Duque.
En un restaurante con más de ciento veinte años de historia — fue inaugurado por el Maestro Asador Dionisio Duque en el año 1895 — “hemos visto muchas cosas muy distintas y tenemos un gran número de anécdotas”, señaló la propietaria, “he visto a gente que se tiraba hacia el plato cuando lo lanzamos al suelo para que no se rompa, he visto platos que rebotaban y nos han dado algún que otro susto, pero esto que pasó el otro día, que alguien tire la cazuela del cochinillo, no lo he visto en mi vida”, comentó.
Es por todo el mundo conocido que “mucha gente graba cuando partimos el cochinillo y, como siempre, uno de nuestros clientes se encontraba filmando el momento, lo compartió entre sus amigos y ahora está corriendo por Internet como la pólvora”, argumentó entre risas la hostelera. Las redes sociales, sobre todo Whatsapp, están haciendo que el vídeo no solo recorra toda la geografía segoviana, sino que el radio de difusión se amplía a buena parte del territorio nacional e incluso al extranjero. “Tenemos constancia de que ha llegado a ciudades como Ámsterdam (Países Bajos) y Sidney (Australia)”, sentenció.
La propietaria no cesó en calificar de “inocente” el acto de la pequeña, que desconocía la tradición de lanzar el plato al suelo.
