La estampa vuelve a ser la de siempre y la que les gusta a los cuellaranos: una laguna a rebosar. El Espadañal, un entorno natural único y del que presumen los habitantes de la villa, se ha visto estos meses afectado por la acuciante sequía que azotaba toda la península. Incluso se podía caminar por su fondo, pues la laguna se presentaba absolutamente seca. Gracias a las abundantes nevadas registradas la semana pasada, sumadas a las lluvias de este fin de semana, El Espadañal vuelve a ser el lugar que era, y muchos cuellaranos han ido a comprobarlo. Este espacio natural de renombre se convierte en remanso de paz que este fin de semana ha contado con numerosas visitas.
