El 8 de marzo en Cuéllar volvió a vivirse en las calles y con menos restricciones tras las últimas convocatorias, regidas estos dos años por las normas sanitarias. Con precaución pero con más normalidad, Cuéllar vivió una jornada conmemorativa que contó con numerosos testimonios y mucho apoyo popular.
En un principio la concentración se convocó en la Plaza Mayor pero, ante las previsiones de lluvia, se cambió a la sala cultural Alfonsa de la Torre. Según avanzó la jornada de ayer, el Colectivo Feminista 8M Cuéllar y el Ayuntamiento de Cuéllar, convocantes de la concentración, decidieron devolverla a su lugar original, la Plaza Mayor, visto que la lluvia respetaría el acto. Así fue, y a todos los asistentes se les recondujo a la plaza, donde decenas de personas se unieron por una misma causa: el reconocimiento a la mujer en la sociedad y la lucha por la igualdad.
El acto, en el que frío hizo presencia pero el calor de los asistentes fue más notable, comenzó con la lectura del manifiesto feminista por parte del colectivo. Seguidamente, una pequeña performance dio color a la Plaza Mayor. Cada persona escribió en un papel qué significa para ella el feminismo; sororidad, igualdad, derechos, no violencia, lucha o equidad fueron algunas de las consignas que quedaron colgadas en la Plaza como símbolo de un día de reivindicación. Los poemas se sucedieron después, algunos acompañados por música y con la temática del día: la mujer como protagonista por tantas ocasiones en la que no lo es.
Desde la lectura del manifiesto hasta el resto de intervenciones de algunas vecinas de la villa tuvieron un guiño especial a las mujeres de Ucraina, especialmente vulnerable a la vez que fuertes en este conflicto bélico que, irremediablemente, compartió protagonismo ayer en tantas concentraciones feministas.
El micro permaneció abierto para todas aquellas personas que quisieron participar en el acto, que reunió en la Plaza Mayor de Cuéllar a muchas mujeres y hombres, cada vez más presentes en las actividades del Colectivo 8M Cuéllar. Así culminó un día de reivindicación teñido de morado.
