El Centro Segoviano de Fotografía en La Alhóndiga acoge hasta el próximo 10 de agosto la exposición del Premio Internacional de Fotografía Humanitaria ‘Luis Valtueña’, convocado anualmente, desde hace 28 años, por Médicos del Mundo para dar a conocer la sensibilidad y el compromiso de fotoperiodistas quienes, a través de su mirada, acercan «realidades y conflictos que no siempre aparecen en los medios de comunicación, pero merecen ser contados», tal y como destacó este lunes su presentación el concejal de Cultura, Juan Carlos Monroy.
La muestra incluye los trabajos del ganador y los tres finalistas, cuatro series de diez fotografías cada una, que trasladan a la franja de Gaza, al muro que divide Estados Unidos y México, a Colombia y Lisboa. La comisaría de la exposición, Nora Mora, indicó que “estas fotografías acercan historias que denuncian injusticas sociales, cada vez más pegadas a la actualidad de las noticias, pero contadas desde un ángulo distinto, a partir de los testimonios directos de quienes las viven”.
En esta edición, el ganador ha sido el fotógrafo palestino Mahmoud Issa quien ha retratado la situación de hambruna y el asedio en la franja de Gaza y muy especialmente sus consecuencias en la población infantil, donde los niños, como Amjad Al-Qanoo, de 3 años, con una salud muy deteriorada, luchan por sobrevivir.
La exposición incluye, además del proyecto ganador, las tres series finalistas. ‘The Gap’, del fotoperiodista español Daniel Ochoa de Olza, que explica la situación que se vive en la frontera entre Estados Unidos y México, el muro por donde se juegan la vida muchas personas migrantes para cumplir el sueño americano. La herida invisible, del fotoperiodista colombiano Santiago Mesa, un trabajo que narra los suicidios silenciosos de mujeres jóvenes de una comunidad en el Chocó colombiano que vive la discriminación, pobreza y violencia ante la desidia del sistema. La última serie lleva por título ‘ROOF’. Su autor es el fotógrafo portugués Mario Cruz y retrata el drama de vida de quienes sufren la cara oculta de la crisis inmobiliaria en Lisboa.
