El titular de la información, cumpliendo fielmente con el estándar de veracidad, no es del todo exacto, puesto que no es que las goteras del pabellón Emperador Teodosio hayan vuelto a aparecer, sino que nunca se fueron, y simplemente la ausencia de lluvia durante los fines de semana ha ido enmascarando una deficiencia que suma demasiados años sin subsanarse pese a la buena voluntad de las sucesivas administraciones locales.
En la jornada de ayer, pese a que la lluvia no fue demasiado abundante, sí fue lo suficientemente persistente como para que la pista del pabellón tuviese zonas con agua debido a las goteras, y la colocación de cubos se hizo imprescindible para evitar resbalones innecesarios de los jugadores, y obligó a los miembros del CD Base a hacer ‘encaje de bolillos’ intentando colocar los encuentros en el pabellón María Martín, que suele servir para un roto y para un descosido en estas situaciones.
Así, el partido de la categoría júnior masculina y el infantil femenino se trasladó al pabellón Enrique Serichol, mientras que el Infantil masculino, el cadete masculino y el encuentro de Primera Nacional que enfrentó al Dibaq CD Base con el Caja Rural Reino de León se pasaron al pabellón María Martín.
Hay que destacar que el Ayuntamiento de Segovia anunció en el pasado mes de octubre la adjudicación de las obras de reparación en las goteras del pabellón Emperador Teodosio por un montante superior a los 48.000 euros, pero los materiales no llegaron hasta finales del mes de enero, y los trabajos que se están llevando a cabo, no habían finalizado. Las lluvias de este fin de semana han pillado las obras a medio terminar, y los problemas han acabado llegando.
Además, la Concejalía ha adquirido un nuevo marcador para el pabellón por un coste de 15.000 euros, y la semana que viene adjudicará por 40.000 euros el cambio de luces en cuatro pabellones, María Martín, Teodosio, Agustín Fernández y Serichol, sustituyendo todo el sistema LED e instalando potenciadores para controlar las luces.
