El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León(TSJCyL) ha anulado una sentencia de la Audiencia Provincial de Segovia donde se absolvía a dos personas del delito de estafa y usurpación de estado civil, además de ordenar que se repita el juicio con otros magistrados, después de aceptar el recurso llevado a cabo por la acusación particular.
La sentencia de la Audiencia, dictada el 31 de julio de 2024, absolvió a dos hombres de apropiarse de 4.800 euros de una cuenta corriente de otra persona al considerar no probado que los dos procesados se conocieran, ni que utilizaran las claves de la persona perjudicada para ejecutar dos transferencias y quedarse con el dinero.

Tampoco había pruebas de que los procesados tuvieran conocimientos informáticos para hacer las transferencias o manipular la cuenta desde la que surgieron. Asimismo, no había pruebas de que se conocieran entre ellos, ni que a uno de ellos, cuya cuenta sirvió de ‘puente’ le constara que se le había hecho la transferencia. Respecto a esto, el acusado alegó que varios días antes de que se llevara a cabo el delito, había denunciado a la Policía Nacional que había extraviado su pasaporte, tarjeta de identidad y tarjeta sanitaria.
No obstante, tampoco existían pruebas suficientes que corroboraran las palabras de ambos acusados, motivo por el cual la acusación interpuso una apelación ante la que el TSJCyL ha declarado la anulación de la sentencia “al no traer a la valoración probatoria tales datos y circunstancias, plenamente probados por las propias manifestaciones de los acusados, aunque los reconoce como existentes”, justifica el organismo judicial.
Ese tipo de transferencias fraudulentas, que usan la cuenta de un tercero como ‘cuenta puente’ son relativamente comunes en este tipo de delitos, como explica el teniente Jorge de la Guardia Civil de Segovia. “En ocasiones puede hacerse con la cuenta ya existente de terceros cuyos datos han extraído previamente y que sirve de puente hacia otras cuentas que habitualmente están en el extranjero. Puede haber varias de este tipo antes de llegar a su destino final. Rara vez es una sola, lo normal es que pase por dos o tres cuentas en el proceso, aunque pueden llegar a ser decenas”. Los delincuentes que se dedican a este tipo de delitos, señala el agente, en ocasiones también ofrecen una pequeña cantidad de dinero, normalmente a personas en situación de vulnerabilidad, para que abran una cuenta de ahorro y les faciliten los datos. “Ellos nunca llegan a saber exactamente qué se hace con esa cuenta, simplemente hacen lo que les piden para conseguir algo de dinero rápido”.
La facilidad que ofrece Internet para la apertura de una cuenta bancaria, ha llevado a que otra de las prácticas más habituales consistan en hacerse con la imagen del DNI de otra persona y cambiar la foto que aparece en el mismo, de forma que en caso de denuncia al titular, esta se hará al dueño del documento, que por supuesto, no sabe nada, dando tiempo al estafador hasta que lo demuestre, para escapar de la justicia. “Este es uno de los métodos más empleados para el blanqueo de dinero”, añadía el teniente.
‘Chiringuitos’ financieros
En 2024, se detectaron 1.739 estafas informáticas en la provincia de Segovia, un 5,1 por ciento más de las registradas en 2023, cuando se realizaron 1.655. Sin embargo, “en los últimos cuatro meses estamos detectando una tendencia a la baja de estafas informáticas como consecuencia de una mayor concienciación entre la población”, destacaba el teniente. Las charlas que ofrece regularmente la Guardia Civil sobre este tema, tanto en colegios e institutos como en centros socioculturales y diversas asociaciones, están permitiendo que la gente sea más responsable con las acciones que realiza por Internet y sepa detectar con mayor facilidad este tipo de trampas. A pesar de ello “puede ocurrirle a cualquiera, no hay ningún grupo de población que esté más expuesto que otro”, señala. Una muestra de ello es que las estafas más comunes se deben a compras a través de la web. A pesar de que cada vez se toma con mayor cuidado la elección de la tienda donde se va a comprar, todavía es común que los productos solicitados nunca lleguen, especialmente cuando se trata de aplicaciones donde se lleva a cabo la compraventa de artículos de segunda mano. También se estafa en ocasiones a las propias plataformas, al indicar que el producto no se ha recibido, cuando realmente sí que ha llegado y ante la falta de pruebas que demuestren si el cliente dice la verdad o no, la respuesta más habitual es la devolución del dinero.
No son sin embargo y en general, estafas demasiado cuantiosas ni a pesar de la molestia, demasiado peligrosas. Con las que avisan desde la Guardia Civil que hay que tener especial cuidado, es con los llamados ‘chiringuitos’ financieros, cuyo auge está acompañado por un mayor interés social por la inversión, especialmente en el campo de las criptomonedas. Se trata de entidades que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar registradas en la autoridad supervisora correspondiente (La Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV, en el caso de España). Por lo tanto, no están autorizadas para operar en el mercado. Según la CNMV, “El riesgo de estas entidades radica en que, en la mayoría de los casos, la aparente prestación de tales servicios es sólo una tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas, con la promesa de que lograrán una alta rentabilidad con la inversión de sus ahorros. Aunque a veces se puedan recibir resultados positivos durante los primeros meses, luego la empresa desaparece y no devuelve el dinero a sus clientes”. Es importante tener claro que los elevados rendimientos que ofrecen suelen ser demasiado buenos para ser ciertos: solo son el cebo con el que consiguen que los inversores menos informados o más confiados les entreguen sus ahorros. Cuando no pueden justificar las pérdidas, simplemente desaparecen o cambian de nombre, lo que los convierte en prácticamente irrastreables.
El ‘modus operandi’ es casi siempre el mismo: primero llaman o contactan por correo electrónico para tantear a los clientes, presentándose como entidades autorizadas. A continuación, realizan un segundo contacto para ofrecer productos financieros con una propuesta clara de inversión. Una vez captado el cliente con técnicas agresivas, la transacción se lleva acabo. En ocasiones se ganan la confianza de los clientes a través de páginas web atractivas y con abundante información, que muestra las empresas cotizadas con las que supuestamente trabajan. Posteriormente y ante la sospecha de las víctimas o a partir de la alerta de la CNMV, los responsables de la entidad desaparecen sin dejar rastro.
Según la Guardia Civil de Segovia, lo más común es que este tipo de estafas hagan perder a sus víctimas entre 1.200 y 1.500 euros, aunque no es extraño encontrarse con afectados que han llegado a perder 40.000 o 50.000 euros, “hemos llegado a ver casos donde las pérdidas rondan los 400.000 euros, aunque afortunadamente no es lo más común”, apuntaba el teniente Jorge. La facilidad que tienen estas empresas para desaparecer, hace que seguirles el rastro sea muy complicado y que recuperar el dinero perdido, sea casi imposible.
Para evitar caer en la trampa, desde la Guardia Civil de Segovia, así como desde la CNMV, aconsejan que a la hora de invertir se revise si la plataforma donde se va a hacer está autorizada en España. En caso de ser extranjeras, es necesario comprobar si se encuentran registradas en los listados de la CNMV y en caso de no tener completa seguridad, puede solicitarse una orden de investigación.
En este contexto, resulta imprescindible denunciar la estafa a la mayor brevedad posible en alguno de los cuerpos de Seguridad del Estado, adjuntando si es posible, toda la documentación que se pueda (capturas de pantalla, correos electrónicos, recibos o extractos bancarios y datos que se dispongan del estafador así como las conversaciones mantenidas) sobre el caso con el fin de facilitar su labor y si es posible, la detención de los estafadores.
La Junta promueve el uso responsable de la tecnología
La institución regional organiza jornadas sobre ciberseguridad durante este mes dentro de los ‘Demo days’ del programa CyL Digital

La Junta de Castilla y León busca sensibilizar a la ciudadanía sobre el uso seguro de Internet con nueve talleres gratuitos sobre ciberseguridad que se celebrarán en el medio rural de las nueve provincias de Castilla y León en la última semana del mes de febrero, dentro de la iniciativa ‘Demo Days’ de su programa CyL Digital de formación en competencias digitales. Aunque todas ellas se desarrollarán durante la última semana de febrero, concretamente la de Segovia será el día 27 en Espirdo.
Estos cursos se dirigen a todos los ciudadanos del medio rural, con el fin de impulsar la transformación digital en todos los rincones de la Comunidad y promover la igualdad de oportunidades en todo el territorio. Forman parte del programa ‘Demo days’, talleres exprés prácticos y demostrativos, de dos horas de duración, sobre herramientas digitales, donde se pretende mostrar su utilidad para el día a día.
Estas actividades sobre ciberseguridad ofrecen a los usuarios la formación necesaria para proteger sus dispositivos, datos y cuentas de amenazas online, para crear contraseñas seguras y únicas, y para identificar fraudes y estafas antes de caer en trampas digitales. En definitiva, navegar de forma segura a través de internet.
Las sesiones son abiertas a la ciudadanía en general y gratuitas, y se celebrarán en centros colaboradores del programa CyL Digital ubicados en el medio rural de Castilla y León. Los interesados pueden apuntarse gratis enviando un WhatsApp o llamando al 900 909 752, en la web Demo Days o bien por correo electrónico en ayuda@cyldigital.es.
Esta iniciativa surge como complemento a la celebración del Día Internacional de la Internet Segura, una efeméride con la que se pretende promover en todo el mundo un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre menores y jóvenes.
Está promovido por INSAFE (Red Europea por una Internet Segura), con el apoyo de la Comisión Europea, y este año 2025 se ha celebrado con el lema ‘Juntos por una Internet mejor’.
