Segovia nunca ha tenido mucha suerte en materia de comunicaciones terrestres, ni por tren ni por carretera. En principio, la vieja y ya histórica estación-término del ferrocarril era el centro de los viajes gracias a sus dos líneas Segovia-Madrid y Segovia-Medina del Campo, con parada de los trenes de vapor en todas las estaciones en ida y vuelta, por lo que el servicio a los pueblos de la provincia, y a algunos de Madrid, era efectivo. He dicho estación-término porque Segovia no tenía líneas férreas de continuación, sino que los trenes salían por el mismo lugar por donde entraban, por cuyo motivo en el acceso había una gran plataforma de hierro en la que se colocaban las máquinas para darles la vuelta y situarlas otra vez las primeras del convoy, a fin de salir hacia Madrid o Medina, y la misma tarea había que hacer por las noches, a las 12 y a la una, para dar salida al correo de Santander y al expreso de Vigo. Las máquinas cargaban aquí carbón y agua. Entonces, estos dos últimos trenes eras más cómodos que los de Madrid y Medina, éstos con vagones de asientos de madera, de segunda y tercera clase.
En principio todo cambió cuando en febrero de 1946 se electrificó la línea Segovia-Madrid, mientras la de Segovia-Medina se había creado en 1884 y se cerró en 1993. Esta línea se utilizaba inicialmente con un llamado automotor de gasolina y clase única, por lo que creaba problemas al “dejar en el andén” a varios aspirantes a viajeros por no tener mucha capacidad. La electrificación de esta línea se inauguró el 1 de noviembre de 1996.
A raíz de la pandemia todo varió en la línea Segovia-Madrid y se dividió el trayecto entre Segovia-Cercedilla (aquí se hace transbordo) y Cercedilla-Madrid. El número de viajes disminuyó sensiblemente en días y en unidades. Tiempo después llegó el famoso Tren Talgo, y últimamente el AVE y similares con la creación de la estación Guiomar-Segovia.
En cuanto a las carreteras, la convencional Segovia-Madrid sufrió muchas alteraciones, con un trazado incómodo de numerosas curvas y cambios de rasante. Por ellas se desarrollaron los servicios creo recordar (admito equivocarme) de La Serrana primero y después la Sepulvedana, sustituida por Avanza, en la actualidad. No eran muchas las paradas, por lo que el tren era mejor acogido. A raíz de la construcción del primer túnel bajo la sierra de Guadarrama, también todo cambió radicalmente, al ofrecerse, con la autopista, un trazado mucho más cómo que permitía una notable reducción de tiempo entre Segovia y Madrid, con llegada de los autobuses de línea en los primeros años al paseo de la Florida, junto a la antes llamada Estación del Norte y ahora Estación Príncipe Pío, con traslado posteriormente al intercambiador de Moncloa, donde la parada permite ahora acceso a las líneas de Metro y urbanas.
En la carretera convencional sigue sin corregirse el problema del peligroso paso por la localidad de San Rafael. Ha habido muchas peticiones y protestas a lo largo de los años, repetidas hace unos días, y no han faltado proyectos, pero ninguno de los gobiernos de España ha sido capaz de solucionar el tema. Y así seguimos. Con esperanza…¿sin verla llegar?
En cuanto a las comunicaciones con la provincia, son las empresas de autobuses las que prestan el servicio necesario, con el que también se encuentra el de Segovia con Ávila y Valladolid y con determinados servicios para otras capitales de la Comunidad.
De todas formas, en un sentido u otro la ciudad sigue contando con no pocos problemas de comunicaciones, porque tampoco se han hecho aportaciones convenientes. Y así tenemos también paralizado desde hace muchos años el ferrocarril Madrid-Burgos, en el que en principio se pusieron muchas esperanzas para facilitar el transporte entre nuestra provincia y las del Norte, incluso con salida hacia Francia.
Resumen, que siempre hemos andado tarde y con problemas, sin faltar las discusiones sobre el emplazamiento de la actual Estación de Autobuses, sobre la que la plataforma a su favor sigue pidiendo una conveniente ampliación, y es posible que ya muy necesaria, en terrenos circundantes, sobre los que también siempre ha habido dudas y discusiones sobre su propiedad. ¡Ah! Y ahora, el nuevo gobierno “progresista” sube un 5% el peaje en la AP Segovia-Madrid para “favorecer” a los segovianos que se ven precisados a utilizarla…y así para poder ayudar a mantener el que dicen mayor sueldo de la portavoz de la oposición en la corporación municipal segoviana en el pasado año; por eso tiene la obligación de hacer muchas declaraciones de protesta contra el partido ahora en el gobierno. Y como dicen que la economía española “va bien”, parece que no será tanto cuando la ministra del ramo hasta el momento, “se larga”, por lo que pueda ocurrir, para cobrar más de 300.000 euros anuales como presidenta del Banco Europeo de Inversiones. Y el “presi” tan contento en su sillón de Moncloa ganado de forma, dicen, sospechosa.
Como curioso complemento de este problema de comunicaciones terrestres, podemos añadir que hace bastantes años se habló sobre la creación de una línea de trolebuses entre La Granja y Segovia. Nada al final, pero guardo otros datos de que en 1912, el 1 de septiembre, publicó el diario madrileño “El Imparcial” una información sobre posible creación de una línea de tranvía entre ambas localidades. Se decía que el Rey Alfonso XIII parecía ser quien más deseos tenía sobre el tema, y que hasta llamó al ingeniero don Rafael Breñosa para encargarle el proyecto, pero como uno más de los aspirados por Segovia, de nuevo volvió el silencio sobre el pensado tranvía.
