Hace varios días fueron renovados estatutariamente los miembros de la Junta de cofradías de la ciudad de Segovia. Pasados ocho años de la buena gestión del presidente anterior, fue elegido y nombrado el nuevo presidente Don Víctor Martin Calera a quien le deseamos lo mejor para el ejercicio de este servicio.
Una cofradía está compuesta por co-frades o co-hermanos, es decir, se trata de una institución religiosa cuyos miembros quieren vivir como hermanos. Se trata de una asociación laical católica con funciones en la vida de la Iglesia con inserción en la sociedad: ejercicio de la caridad, el culto al “paso” (el Cristo o la Virgen) y la formación cristiana.
Las cofradías representaban la forma más común de asociación de vecinos creyentes, especialmente a partir del Concilio de Trento, que fomentaban la participación pública de los fieles en las celebraciones religiosas y en la vida social. Nacía así lo que podríamos llamar el asociacionismo religioso seglar con una especial autonomía en la vida parroquial.
En cuanto al ejercicio de la caridad, las cofradías, según del tipo de cofradía (sacramental, penitencial, etc) atendían a los pobres de las parroquias o aldeas, se preocupaban del acompañamiento en el luto de las familias y de organizar el enterramiento, etc; en segundo lugar, en cuanto al culto, la devoción al paso o a la imagen de la cofradía es fundamental: la actitud es de dar culto a Dios en la imagen, establecer los rezos correspondientes públicos y privados y preparar el paso para las procesiones devocionales; y en cuanto a la formación, todos los cofrades debían conocer la enseñanza cristiana y practicar su fe.
En su origen, las cofradías actuaban unidas y en paralelo a los gremios. Los gremios, representación de una sociedad horizontal, fueron suprimidos por los gobiernos ilustrados. Algunos de estos gremios se llamaban cofradías en algunas regiones de la península, pero de hecho se trataba estrictamente de gremios (ej: cofradías de pescadores, cofradías de artesanos, etc). En cuanto a las cofradías o asociaciones de seglares de la Iglesia, Carlos III decretó el 17 de marzo de 1784 la supresión de todas aquellas que no fueran sacramentales y las que no estuvieran aprobadas por la Iglesia y el Reino. No fueron sólo los ideales ilustrados los culpables de esta situación (la ilustración, caracterizada por su racionalidad y anticlericalismo, no comprende la religiosidad popular del momento).
El 30 de octubre de 1775 había en España 25.555 Cofradías y Hermandades, la mayoría de ellas no tenían aprobación eclesiástica y, en palabras del Ministro de Hacienda D. Miguel de Múzquiz y Goyeneche, “los mayordomos y otros oficiales de Cofradías, hacen por vanidad competencia de gastos”.
En la actualidad, las cofradías han persistido por su carácter laical con una gran autonomía, aunque insertas en su respectiva parroquia como ocurre en Segovia: cofradía de san José, de san Millán, de santa Eulalia, etc). Su vida espiritual está asociada a una comunidad parroquial.
Asimismo, está fomentándose una actividad eminentemente positiva vinculada a la cofradía que produce numerosos frutos religiosos y sociales: nos referimos al fortalecimiento de las grupos y bandas musicales de cornetas o de palio y su preparación. Se crea una hermandad entre los numerosas personas, especialmente jóvenes y niños. que gustan participar de diversas maneras en las procesiones donde rezuman espiritualidad, misterio y contemplación.
Este ámbito propio de la religiosidad popular donde se mezcla lo religioso, lo humano, lo social y lo familiar crea un vinculo de unidad que fortalece la convivencia social de una ciudad. Por ello, es importante que la Junta de cofradías potencie su independencia y autonomía: independencia de las fuerzas políticas e ideológicas e independencia sinodal dentro de la parroquia. En todo caso fortaleciendo el espíritu de “caminar juntos” con la parroquia y con el barrio o la ciudad. Este tipo de asociación pertenece a la sociedad civil aunque nazca dentro de una parroquia y forme parte de ella.
Este tipo de religiosidad popular vivido dentro de la cofradía es una aportación singular que las parroquias ofrecen a la sociedad segoviana coordinada por la Junta de cofradías que busca el bien religioso y cultural de una ciudad fomentando, esto es importante, el cosido social tanto entre creyentes como entre no creyentes que tienen deseo y capacidad de admirar la belleza y la cultura legada por nuestros mayores.
