57 años después el tañido de la campana de la iglesia de Fuentes de Carbonero volvía a sonar para convocar casi seis décadas después a los que fueron sus vecinos y a los de Carbonero el Mayor para celebrar la reapertura del templo en el día de la fiesta del Pilar. Cerca de medio millar de personas llenaron el interior de la iglesia y los alrededores para participar en la Eucaristía de bendición de las obras de este edificio, que luce ya un renovado aspecto tras las obras emprendidas por el Camino Neocatecumenal en el lugar que su iniciador Kiko Argüello eligió como lugar de retiro y oración y en el que se celebró la primera vigilia Pascual, uno de los hitos de esta realidad eclesial surgida a mediados de los 60 del pasado siglo.
El obispo de Segovia César Franco presidió la celebración, en la que participaron más de 30 sacerdotes concelebrantes. Asistieron como invitados el presidente de la Diputación Miguel Ángel de Vicente, la alcaldesa de Carbonero María Ángeles Sanz y representantes del Camino Neocatecumenal de la zona noroeste de España, así como una nutrida representación de vecinos y familiares de Fuentes antes de desaparecer como pueblo para integrarse en Carbonero.
Antes de comenzar la Eucaristía, Antonio Riquelme, presbítero del equipo coordinador del Camino en esta zona, dio lectura a un mensaje enviado por Kiko Argüello expresamente para esta ocasión, ya que no pudo estar presente en el acto.
En el mensaje, el iniciador del Camino recordó su llegada a la entonces abandonada iglesia de Fuentes en 1965, a la que fue “deseando buscar un lugar de retiro”, y aseguró que meses después llegó a ser “una iglesia de pobres”.
Asimismo, destacó la importancia de este nuevo templo del que partieron iniciativas como la primera vigilia pascual o el comienzo del envío de catequistas itinerantes a Hispanoamérica, que sustentaron la relevancia del Camino Neocatecumenal en todo el mundo.
Por su parte, el obispo César Franco destacó en su homilía que la recuperación de este templo es “un fruto más del Camino Neocatecumenal”, y subrayó la importancia simbólica de la reconstrucción de la iglesia como signo de la misión de la Iglesia para anunciar a Cristo.
Los familiares y antiguos vecinos de Fuentes tuvieron un lugar especial en la celebración, en la que participaron con gran emoción, sobre todo cuando fueron invitados a saludar a sus convecinos antes de concluir la celebración. Un ágape servido por el restaurante Los Mellizos en el Centro Cultural de Carbonero sirvió para prolongar la fiesta en una jornada de alegría para el pueblo.
La alcaldesa de Carbonero recogía el sentir de sus convecinos al asegurar que es “un día de presente y de futuro sin olvidar el pasado”, y valoró las posibilidades que este centro de oración y retiro abre para el pueblo, al ser punto de encuentro del Camino Neocatecumenal en todo el mundo. Asimismo, expresó la voluntad municipal de seguir colaborando en esta iniciativa en el marco de sus competencias.
