Las agresiones a sanitarios en Segovia han aumentado un 45 por ciento hasta el mes de septiembre con respecto al mismo periodo de 2019, con un registro de 29 denuncias, y 33 trabajadores afectados.
La situación vivida en Segovia, junto con la que se ha producido en Valladolid, donde también sube el número de incidentes de los que son víctimas los sanitarios, se desmarca radicalmente de la registrada en Castilla y León, que tiene un balance más esperanzador.
En el conjunto de la Comunidad, las agresiones sufridas por sanitarios en los primeros nueve meses de 2020, han bajado un 17, con 287, y en total 329 profesionales afectados, el 16,3 por ciento menos que el año anterior. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, considera que se trata de “una cifra extraordinariamente alta” y ha animado a denunciar cada caso.
El Sindicato de Enfermería, Satse, en Castilla y León valora positivamente la disminución general que se ha producido en la Comunidad, pero exige más medidas de prevención de estos hechos y un análisis de los datos, ya que aumentan en provincias como Segovia y Valladolid, y siguen teniendo a las enfermeras como principales víctimas.
Destaca además el hecho de que Segovia y Valladolid hayan sufrido más incidentes físicos y verbales en un año en el que la asistencia presencial se ha reducido como consecuencia de las medidas adoptadas para afrontar la crisis sanitaria del coronavirus.
La secretaria provincial de Satse, Miriam Rubio, cree que este significativo aumento de la violencia dado en Segovia puede venir motivado por las dificultades que en la prestación de asistencia sanitaria se dieron en la primera oleada de Covid-19, que llegó a desbordar muchos servicios de la provincia. Por eso, Miriam Rubio considera necesario que la Consejería de Sanidad haga un análisis exhaustivo de las agresiones comunicadas y sus causas porque “solo de ese modo se podrán implementar medidas que atajen el problema ahora y en el futuro”.
Del total de incidentes sufridos en Castilla y León en los primeros nueve meses del año, 162 han sido en hospitales (-24,3 %); 124 en Atención Primaria (-0,8 %); 0 en Emergencias (-100 %) y uno en las gerencias de salud de área de Sacyl (igual que el año pasado). De los 329 trabajadores agredidos 108 han sido médicos, 134 enfermeros, 47 TCAE, 21 celadores y 19 otro personal. Por ámbitos, 39 se han producido en servicios de Psiquiatría, 8 en Urgencias, 2 en consulta, 5 en el domicilio del paciente, 1 en vía pública y 16 en diferentes servicios hospitalarios (sobre todo Medicina Interna).
