Magdalena Rodríguez es una política comprometida con su gente. Lleva más de 25 años como alcaldesa de su pueblo, Abades, y conoce bien los problemas la política local. Su trayectoria en la Diputación de Segovia le ha dado la oportunidad de saber también los problemas de otros pueblos y de adquirir un conocimiento profundo de las dificultades que tiene el territorio.
En esta entrevista nos cuenta cómo se está trabajando desde la Diputación para afrontar los dos grandes problemas a los que se enfrenta Segovia: la despoblación y el envejecimiento. Lo hace desde la preocupación, pero también desde el firme convencimiento de que se pueden hacer muchas cosas, y que el futuro de la provincia puede ser esperanzador.
Ahora, desde la vicepresidenciade la institución adquiere más responsabilidad, pero también más capacidad de decisión.
— ¿Este fin de semana se celebra la 40 edición de la Feria de El Angel en Fuentepelayo. ¿Es exportable este modelo de feria a otros municipios?
—Las ferias son muiy importentes porque dinamizan la economía y refuerzan la identidad de los territorios. La temática de cada una de ellas enlaza con la tradición y con la historia. En Fuentepelayo la tradición está más vinculada a la agricultura, a la maquinaria agrícola y a los productos de ganadería, aunque en estos últimos años se ha abierto a otros sectores, pero su esencia es esa. Esta vinculación de las ferias con la tradición también ocurre en la feria de la vendimia de Valtiendas o la del tomate en Martínmuñoz. Es importante seguir promocionando estas ferias para reforzar la identidad de los territorios, y la Diputación va a seguir haciéndolo porque sabemos de los réditos que aportan a los pueblos y a los entornos.
—¿El envejecimiento y la despoblación son dos monstruos invencibles?
—Invencibles no, pero son dos monstruos que tenemos ahí, somos conscientes de la problemática que conllevan y de la importancia de afrontarlos con decisión y determinación. Todas las administraciones tenemos que poner lo que esté en nuestras manos para luchar contra ellos, y las ferias pueden ser una manera de luchar contra ellos. En las ferias como la de Fuentepelayo se dan a conocer productos de cercanía, de kilómetro cero, cuyos productores están arraigados en el territorio y van a seguir ahí mientras se consuman sus productos. Y por otra parte en los municipios las ferias generan actividad y vida. Atraen a visitantes y generan beneficio económico para los comercios, además de actividades lúdicas y festivas que facilitan la participación y animan la vida de los pueblos.
—¿Qué iniciativas hay en marcha en este sentido?
—Hemos aumentado a 30.000 euros el presupuesto de la Diputación para ferias, realizamos caravanas de alimentos de Segovia y promovemos ferias temáticas como la de la cerveza. El sector cervecero es muy importante en la provincia y uno de los más importantes de Castilla y León. El apoyo a estos productos y a sus productores facilita el arraigo y la actividad económica que genera empleo y por tanto población estable en los pueblos.
—¿En cuanto al envejecimiento, Segovia es una de las provincias más envejecidas de España. La inmigración puede ayudar contra la despoblación y a rejuvenecer los pueblos?
—Es evidente que hay municipios que gracias a esta población inmigrante tienen cubiertas necesidades de empleo. También hay iniciativas para que los inmigrantes con familias puedan asentarse en los pueblos y devolverles la vida, reabriendo las escuelas, por ejemplo. Hay que favorecer la integración de todas las personas que vienen de manera legal y regular a vivir en nuestros territorios, pero debe hacerse de manera ordenada.
—La compra por Internet está apuntillando el comercio local. ¿Qué hacemos?
—Para nosotros son muy importantes las campañas de promoción del comercio rural y de proximidad para concienciar a todos de lo importante que es que consumamos productos de kilómetro cero, de cercanía, producidos en nuestros pueblos. Este año vamos a lanzar una campaña de bonos comercio para todos los establecimientos de nuestra provincia que quieran adherirse, y los usuarios que vayan a comprar a esos comercios tendrán un descuento.
—¿Cómo animo a mis hijos a quedarse a vivir en Segovia, si no hay vivienda ni empleo?
—Somos conscientes de que los jóvenes deben tener acceso a la vivienda y al trabajo si queremos que se queden a vivir en nuestro territorio. Este es un problema también que compete a todas las administraciones, y no solo ocurre aquí, es un problema a nivel nacional. Desde la Diputación ponemos nuestro granito de arena. Tenemos un programa de empleo que permite contratar durante seis meses a personas del medio rural, que trabajan en ayuntamientos o como operarios de servicios múltiples. No es una solución definitiva, pero ayuda.
También impulsamos los polígonos industriales para establecer empresas y por lo tanto empleo y población, como el de Bernuy de Porreros o el de mi pueblo, Abades, donde comenzarán las obras de construcción después del verano.

En el tema de la vivienda en breve el presidente de la Diputación va a firmar un convenio para que se realicen viviendas de protección oficial en distintos municipios de la provincia. Aún no se ha establecido el número de viviendas ni los municipios que se verán beneficiados por estos proyectos, pero su construcción facilitará el acceso a vivienda a los jóvenes en condiciones asequibles.
En materia de empleo vamos a aprobar en marzo las bases de las nuevas líneas de acción de ayudas a emprendedores y a empresas adheridas a Alimentos de Segovia. Estas subvenciones permitirán la creación de nuevos puestos de trabajo y de oportunidades para los jóvenes, y también para las empresas locales que ya están actuando en nuestra economía.
—La historia, la cultura y el patrimonio son uno de nuestros acvtivos más valiosos. ¿Cómo podemos aprovecharlo?
— Ciertamente hay pocas provincias con tanto patrimonio y tan rico como la nuestra y, por supuesto, es una gran fuente de riqueza. Las empresa que montan actividades, los autónomos que generan iniciativas culturales o de promoción del patrimonio, y los ayuntamientos e instituciones que apoyan estas iniciativas están construyendo riqueza y tejido social que se queda en nuestra tierra.
—¿Cuál es la mayor amenaza para el desarrollo económico y social de la provincia?
—La amenaza más preocupante es que la población cada vez está más envejecida. Necesitamos que los jóvenes de Segovia, que cada vez están mejor formados, se queden a trabajar y a vivir en nuestros territorios. Para ello hay que facilitarles el acceso al trabajo y a la vivienda. El fomento de la actividad empresarial en los nuevos polígonos y los planes de actuación en vivienda de todas las administraciones deben ayudar a ello.
—¿Y nuestra mejor oportunidad?
—Tenemos una provincia fantástica donde se puede vivir de manera tranquila. Mucha gente teletrabaja y esto puede atraer personas a nuestro territorio. Tenemos muy buena conexión digital y buenas comunicaciones tanto en tren como en autobús con Valladolid o Madrid. La manera de vivir tranquila de Segovia, la calidad de vida de que disfrutamos junto al turismo pueden ser nuestras mayores fortalezas.
