El ciclista español Mikel Landa (Astana) se impuso ayer en un final apoteósico durante la decimoquinta etapa del Giro de Italia, transcurrida entre las localidades de Marostica y Madonna di Campligio sobre 165 kilómetros, y logra su primer triunfo en una Gran Vuelta en una jornada en la que Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) demostró estar muy fresco tras la crono del sábado e imperó nuevamente su ley bonificando en el sprint intermedio y línea de meta.
El vasco se adjudicó un fantástico triunfo tras realizar un gran trabajo de equipo para su líder. Fue tal su buen rendimiento en carrera que le sobraron las fuerzas suficientes para atacar en el último kilómetro y privar a Contador de una victoria de etapa que saboreó en varios momentos. De esta manera, el pinteño cierra la decimoquinta jornada del Giro manteniendo la ‘maglia rosa’ y aventajando en dos minutos y 35 segundos al italiano Fabio Aru (Astana), su máximo perseguidor.
Tras la exhibición en la contrarreloj, Contador volvió a dar otra lección de superioridad sobre los componentes de Astana en general y sobre Fabio Aru en particular. Los kazajos volaron al paso por el puerto de Fricca y asestaron un golpe importante en Passo Daone.
La exigencia de la continua ascensión sin descansos, con rampas de mucha importancia, tan solo lo aguantó el pinteño, que dejó atrás a sus compañeros Kreuziger y Rogers para incrustarse en el grupo perseguidor compuesto por los cinco corredores de Astana.
Landa se marchó en solitario en el último kilómetro, al que llegó escapado en un grupo de cuatro formado por el ruso Trofimov, su compañero Fabio Aru y el líder Alberto Contador. El de Katusha lanzó el primer ataque pero el ciclista vasco de Astana correspondió para tirar más fuerte y cruzar el primero la línea de meta, seguido por Trofimov y Contador.
