Los organizadores de la Vuelta Segovia presentaron ayer en el restaurante Venta Magullo el itinerario de su quincuagésimo tercera edición. Ahí es nada, para una carrera que trata de subsistir a la embestida que ha sufrido el ciclismo, sobre todo esa categorías Élite y Sub-23, la antesala al ciclismo profesional; antes una pisada, ahora un abismo. “Los efectos de la crisis se dejan notar en nuestras pruebas, pero hemos conseguido subsistir mientras muchas carreras del calendario nacional se van al garete”, subrayó el presidente de la Unión Ciclista Segoviana, José Carlos Valero.
En el acto, al que no pudieron acudir Pedro Delgado o la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Segovia, Marian Rueda, se debatía entre la nostalgia y los gestos de esperanza. El evento consta de dos etapas y no registra cambios respecto al año pasado. “Habrá gente que piense que no queremos esforzarnos en cambiar el recorrido, pero hay muchas restricciones de tráfico y hay que ajustarse a lo que hay”, explicó Valero. La primera etapa saldrá el domingo a las 17.30 horas de Venta Magullo y, con una velocidad media prevista de 44 kilómetros por hora, la llegada será en torno a las 20.30 en el paseo Ezequiel González. La segunda saldrá en el Azoguejo y llegará, a eso de las 13.30 horas del lunes, al mismo punto de meta.
Los organizadores recordaron cómo dos grandes del ciclismo español de este siglo ganaron en su día etapas de la Vuelta a Segovia: un triple campeón del mundo como Óscar Freire y otro que después sería un hombre de grandes vueltas como Joaquim Rodríguez, podio en Giro, Tour y Vuelta. “Ninguno de los dos esperaba llegar tan alto, por eso el mensaje para los jóvenes es que no desesperen. Ahora la cosa está mal, ha estado peor, pero yo creo que irá a mejor”.
Los 16 equipos, procedentes de toda la geografía nacional, están obligados a llevar solo un corredor en categoría Élite. Los otros seis serán Sub-23, una regla que quiere facilitar la formación de los ciclistas. De los 112 ciclistas previstos, hay cinco segovianos: Rubén Calle (E.C. Magro), su compañero Marcos Rodríguez, Mario Arranz (Aluminios Cortizo), Andrés Sacristán (Autronic) y Jesús Gilmartín (Merino.
Savia nueva Valero anunció en la presentación que dejaría la dirección de la Unión Ciclista Segoviana a finales de año. “Seguiré apoyando al ciclismo y a todo aquel que quiera seguir con estas organizaciones”. La idea es introducir un cambio generacional. “Queremos que haya savia nueva. La media de edad de los organizadores supera los 60 años y eso es anacrónico”. Tras años de escasez, reduciendo el itinerario a dos etapas, la competición busca renacer. “Si no cambiamos, estaríamos dejando morir las cosas por inercia, y es mejor una muerte rápida y evitar una lenta. Yo estoy convencido de que no se va a terminar”. La organización presupuesta el evento en unos 26.000 euros.
