La subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, informó ayer de que el hombre de 58 años, cuya identidad responde a las iniciales F.A.C., que presuntamente acabó el domingo con la vida de su mujer Montserrat Cuesta, de 54 años, en la capital, la golpeó con un objeto de cocina. Asimismo, posteriormente, la apuñaló con un cuchillo. Tras matar a su esposa, el hombre se quitó la vida con la misma arma con la que acabó con la vida de su pareja, según las primeras hipótesis. Con ésta, son tres las víctimas por violencia machista en lo que va de año, después de que el pasado sábado falleciera otra mujer en Valladolid y el pasado mes muriera una joven también en la capital burgalesa.
A primera hora de la tarde del domingo aparecieron los cadáveres de este matrimonio en un domicilio del barrio de Gamonal. El hijo menor de la pareja, de 25 años de edad, fue quien se encargó de alertar al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León de que algo sucedía tras no poder acceder a su vivienda cuando regresaba del trabajo. Los bomberos accedieron a la casa a través de una ventana y encontraron los cuerpos sin vida de la pareja.
La subdelegada del Gobierno en Burgos manifestó que «no existía ninguna denuncia previa de malos tratos». Berta Tricio invitó a todas las personas que estén bajo amenazas a que denuncien los hechos, al igual que la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
Finalmente, por expreso deseo de sus dos hijos, la pareja será enterrada por separado. Está previsto, que hoy se oficie un funeral conjunto. Sin embargo, la mujer será enterrada en la localidad burgalesa de Gredilla La Polera, mientras el marido recibirá sepultura en el panteón de su familia en el cementerio de San José de la capital burgalesa.
Precisamente, el alcalde de este municipio burgalés, Óscar Villalaín, se refirió al matrimonio como «una pareja completamente normal», mientras que el edil de Cebrecos, de donde era natural el hombre fallecida, señaló que la noticia había caído como «un mazazo» entre los vecinos, porque «aparentemente era una pareja normal, sin desavenencias conocidas», que acudían mucho al pueblo, donde hace unos años habían construido una casa.
De confirmarse las hipótesis policiales se trataría del segundo caso de violencia de género con resultado de muerte en la capital burgalesa en lo que va de año. El último episodio se produjo hace poco más de un mes, el pasado 4 de marzo, cuando la joven Isabel Barrosos apareció muerta en su turismo después de ser apuñalada presuntamente por su ex novio.
Por lo tanto, sería la tercera víctima por violencia machista ya que a estas dos hay que sumar la de Silvia Teresa Zimmer, que apareció muerta junto a su pareja y asesino el pasado sábado en un piso del barrio de Parquesol en la capital vallisoletana. Un inicio de año, por lo tanto, nefasto en este apartado.
