Los participantes en el cuarto Congreso de la Bioenergía, celebrado en Valladolid, visitaron la villa caucense para contemplar las instalaciones creadas en el municipio en los últimos años que funcionan con biomasa. El congreso internacional calificó al municipio de Coca como ejemplo de entidad local comprometida con el fomento del uso de la bioenergía para calentar edicios oficiales.
Desde el Ayuntamiento destacan que Coca es el municipio que más calderas de bioenergía ha instalado para edificios oficiales en toda España. Incluso, añaden que “desde el municipio se ha conseguido que el primer instituto de Educación Secundaria, Cauca Romana, haya estrenado hace unos días una caldera para estos fines, sustituyendo el empleo de gasóleo”.
Los profesionales del congreso visitaron las instalaciones que la Junta de Castilla y León, a través de su Consejería de Medio Ambiente, ha puesto en marcha en el Centro Forestal El Sequero. Una sóla caldera de 150 kilowatios puede calentar varias naces, almacenes de maquinaria y camiones de extinción de incendios, varias oficinas, salones de actos, viviendas, etc. Todo ello con un producto barato como es la madera triturada y los residuos de aprovechamiento forestales, evitando la emisión a la atmósfera de toneladas de petróleo que están provocando el calentamiento global.
El alcalde de Coca, Juan Carlos Álvarez, y un técnico de la Junta de Castilla y León impartieron dos ponencias en el salón de actos de El Sequero sobre la instalación que se ha realizado en dicho centro, así como el ejemplo de instalación de calderas de biomasa en Coca, que está reportando a la entidad local importantes ahorros en gasto energético.
El alcalde de Coca explicó que la localidad cuenta en la actualidad con nueve calderas de biomasa que suman un total de 1.670 kilowatios, que es el equivalente a la totalidad del consumo del parque de viviendas privado del municipio, lo que le hace ser ejemplo único en España de aprovechamiento de la bioenergía.
Juan Carlos Álvarez señaló que este plan está suponiendo el ahorro de muchos miles de euros a las carcas municipales en calefactar edificios públicos, lo que ha supuesto ya en el ejercicio pasado, en el que solo funcionaron la mitad del parque de calderas, un montante superior a los 60.000 euros. “Con ello Coca pretende difundir el uso de esta energía, fomentando las salidas de la madera de los aprovechamientos forestales, creando así un precio estable para los propietarios de los bosques y consiguiendo una reducción de emisiones de CO2 muy importante que haga cumplir a España con los objetivos de reducción del 20 por ciento que se ha marcado la Unión Europea”, indicó.
Después se comprobó el funcionamiento de las citadas calderas y el grado de conocimiento que tienen desde Coca de la compleja maquinaria que supone su funcionamiento.