El paisaje del entorno de Ayllón está cambiando, día a día, con motivo de las obras de la circunvalación. El conductor que viaja de Segovia a Ayllón se sorprende al llegar a Santa María de Riaza, en cuyas inmediaciones se ha levantado un gran viaducto, en el inicio de la variante. Pero más sorprendente es todavía el viaducto con el que la circunvalación salva el río Aguisejo, visible desde la carretera que lleva de Ayllón a Maderuelo.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno han señalado que el proyecto “se encuentra muy avanzado”, pronosticando que su finalización sea antes de la expiración del plazo de ejecución (29 meses).
El Ministerio de Fomento adjudicó las obras de la variante de Ayllón por un importe de 10.878.296,68 euros a la empresa Comsa S.A. a comienzos de septiembre de 2008, sacando posteriormente a licitación el servicio de control y vigilancia de la obra, por importe de 913.121,51 euros.
De acuerdo con el proyecto, la variante de Ayllón se extenderá a lo largo de cuatro kilómetros, entre los puntos kilométricos 96 y 100 de la N-110. El tratado de la variante tendrá una calzada única, con dos carriles de 3,5 metros, arcenes de 1,5 metros y bermas de 0,75.
En la actualidad, las actuaciones se están centrando en el acondicionamiento de la Fuente de los Anillos, para lo que ha sido necesario aprobar un modificado del proyecto. De acuerdo con las explicaciones de la Subdelegación del Gobierno, los operarios de la empresa Comsa S.A. están acondicionando esta zona para su futuro uso como merendero.
Una obra discreta
“La obra de la circunvalación está siendo muy discreta; apenas ha afectado a la vida diaria del pueblo”, afirma la alcaldesa de Ayllón, Sonia Palomar (PP).
A su juicio, la construcción de la circunvalación de Ayllón era una obra “necesaria”, principalmente para evitar el paso de camiones por la localidad y ofrecer más seguridad a los peatones. En el primer aspecto, Palomar reveló que tanto el puente sobre el río Aguisejo como el Arco de entrada a la villa —considerado uno de los símbolos de Ayllón— sufren “importantes vibraciones” como consecuencia del tráfico rodado. La entrada en funcionamiento de la variante resultará especialmente beneficiosa para el Arco, cuya cimentación no es profunda, uniéndose a esta situación el hecho de que debajo del mismo se sitúa una bodega privada.
El “miedo” que tienen algunos hosteleros y comerciantes por la posible repercusión negativa de la variante en sus negocios ha llevado a la alcaldesa a insistir en la necesidad de que la señalización de Ayllón resulte “clara y atractiva”.
A pesar de los temores de hosteleros y comerciantes, lo cierto es que las obras de la variante han venido como agua de mayo a los restaurantes y alojamientos de la localidad, ya que están dando servicio a los trabajadores contratados para construir la infraestructura.
