El rector de la Universidad de Valladolid (UVa), Daniel Miguel San José, asegura que “ahora ya es tarde” para pedir la inclusión de una cafetería en el proyecto de construcción de la segunda fase del campus ‘María Zambrano, ya que significaría renunciar a espacios destinados a la actividad académica y afrontar un gasto próximo al millón de euros.
Tanto el rector Daniel Miguel, en declaraciones a este diario, como el vicerrector de Segovia, Juan José Garcillán, en un escrito publicado en la plataforma change.org, responden a la solicitud de habilitar una cafetería en el complejo universitario que ha sido impulsada por estudiantes y profesores. Argumentan que la selección de los servicios básicos incluidos en la segunda fase de obras fue debatida y consensuada hace más de un año por la comunidad universitaria de Segovia y apuntan hacia la ‘tercera fase’, liderada por el Ayuntamiento, para cubrir el servicio de comedor.
Según los datos y argumentos que maneja la Universidad de Valladolid la dimensión de una cafetería “no puede ser menor de 500 metros cuadrados, siendo deseable entre 500 m2 – 1000 m2, lo cual supone dedicar a la cafetería entre 500.000 y 1.000.000 euros; es decir, entre un 7 y un 15 % del presupuesto total de la segunda fase para un espacio no académico”, indica Garcillán.
El rector de la UVa, al que piden explicaciones los estudiantes, asegura que él no influyó en la decisión de dejar fuera del proyecto de obras el servicio de cafetería, “ni asistí a las reuniones de los decanos y directores de centros donde se consensuó (…); nosotros hemos hecho lo que ha querido la comunidad universitaria del campus de Segovia por consenso”. “El momento en que se decidió qué iba en la segunda fase fue hace un año, ahora es tarde, porque el proyecto está en licitación”, subraya Daniel Miguel recordando que el plazo para presentar ofertas para la ejecución de las obras se cierra el día 23 de febrero. El rector se muestra extrañado ante el hecho de que se saque ahora, justo cuando está encauzado un proyecto deseado, algo que se sabía desde hace un año. “Se nos olvida que hace 15 meses no había dinero para hacer prácticamente nada —comenta— y ahora que hacemos prácticamente todo lo que estaba previsto, resulta que el gran problema es la cafetería; estoy perplejo”.
Daniel Miguel pregunta a la comunidad universitaria: “¿Qué queremos: salón de actos o cafetería, aulas o cafetería, despachos de profesores, salas de reuniones o cafetería?” y cree que “no hay que olvidar que nuestra principal preocupación tiene que ser la docencia”, para terminar argumentando que “lo que no podemos es renunciar a tener las instalaciones académicas”.
Por su parte, Juan José Garcillán recuerda que para “desatascar” la situación del proyecto del campus en la que se encontraba cuando tomó posesión del cargo de vicerrector, hubo que reducir el presupuesto de la obra a 10,5 millones de euros. Esa reducción requería, según argumenta el vicerrector, que “todos los centros y servicios afectados debiéramos revisar el proyecto básico que hacía referencia a las necesidades de espacios que cada uno consideraba imprescindibles para el correcto desarrollo de la actividad docente, investigadora y de gestión propias de un centro universitario como el nuestro”. Garcillán recuerda que los arquitectos responsables del proyecto presentaron un borrador y mantuvieron varias reuniones tanto con representantes del equipo rectoral y técnicos de la UVa como con los decanos y directora de los tres centros del campus segoviano. Se habilitó un tiempo de debate y presentación de propuestas al borrador entre la comunidad universitaria de cada centro, y después de una puesta en común en el campus segoviano, “con renuncias por parte de todos los centros”, el Vicerrectorado de Infraestructuras hizo suyas las propuestas que fueron trasladadas a los arquitectos para que una vez incluidas se elaborara el Proyecto Definitivo de Ejecución en los meses de octubre y noviembre, que ya ha sido entregado.
El vicerrector recuerda que en ese proceso se consensuó que la posibilidad de habilitar una cafetería en la segunda fase o de reformar la primera para dar cabida a este servicio, “indefectiblemente” suponía tener que renunciar a algún otro espacio específico para el desarrollo de actividades que venían siendo demandadas por los centros.
En último caso, el representante de la UVa sostiene que cualquiera de las prestaciones incluidas en el proyecto de obra en tramitación son imprescindibles, mientras que el de cafetería es “un servicio que quedará bastante cubierto con la previsión de que en el proyecto que pretende desarrollar el Ayuntamiento de Segovia en el espacio anexo a la Calle Coronel Rexach se recoja un comedor y otros servicios de apoyo a la UVa”.