Aquella entrevista a Clément Sibony, modelo y actor francés, no formaría parte de un sesudo documental para competir en el festival de Cannes. Tampoco ese encuentro en un hotel de París promocionaría ninguna de las comedias románticas que dieron gran fama al galán francés. Clément Sibony, icono de masculinidad en filmes y anuncios de televisión, iba a ser entrevistado por un alumno de Comunicación, Ángel Metodiev, que se había trasladado exclusivamente a París para recoger el testimonio del actor e incorporarlo a su trabajo fin de grado en IE University.
Ángel Metodiev estudiaba la representación de la masculinidad en los anuncios de perfumes para hombres y la manera en que estas imágenes son percibidas por los «millennials», los jóvenes nacidos entre 1981 y 1995, hijos de la generación del Baby Boom, que se criaron al albor de la prosperidad económica y que han vivido en primera persona la transformación tecnológica de principios del siglo XXI. Clément Sibony aportó en aquella ocasión su valiosa opinión sobre algunos de los anuncios que él mismo protagonizó y que se dirigían a captar la atención de estos menores de 30 años.
Ángel Metodiev sabe de lo que habla: pertenece a esa generación que se hizo mayor de edad con la entrada del nuevo milenio. El testimonio del actor francés, cuyo cuerpo hercúleo permanece en el imaginario colectivo de muchos jóvenes en todo el mundo, confirmó al estudiante de IE lo que defendía en su trabajo: los millennials, a pesar de ser la generación más preparada de la historia, poseedores de títulos universitarios, con una visión global del mundo y muchos de ellos emprendedores, son quizá la generación más propensa a dejarse seducir por la sociedad de consumo.
Para llevar a cabo su trabajo, Ángel Metodiev entrevistó a expertos de Marketing, Comunicación, Sociología y varios estudiantes menores de treinta años. Tras su estudio, Ángel Metodiev sostiene que los millennials son, en general, «unos jóvenes con especial sensibilidad hacia su propia imagen; para ellos es importante ofrecer cada día su mejor versión». Esta es la razón por la que los publicistas ofrecen una imagen idealizada del cuerpo masculino con el fin de vender todo tipo de productos dirigidos a la salud y a la belleza del hombre, como perfumes o tratamientos cosméticos.
«Hace años se trataba a las mujeres como objetos para venderles todo tipo de productos; ahora este fenómeno se está trasladando a los hombres», afirma Ángel Metodiev, que a la vez es crítico con los jóvenes de su generación, «quizá demasiado preocupados por la imagen y por el consumo excesivo».
A punto de graduarse Ángel Metodiev, de veintidós años, se graduará en Comunicación el próximo 14 de julio en IE University. Nació en Bulgaria, aunque su familia es de origen turco. Recayó en Segovia hace catorce años por cuestiones de trabajo de su padre. Con tan solo ocho años, aquel niño búlgaro tuvo que adaptarse a nuevo país y a un nuevo idioma. El ambiente de Segovia era muy diferente a lo conocido, pero la integración de la familia Metodiev fue tan rápida como exitosa.
Estudió bachillerato en el Instituto Mariano Quintanilla con muy buenas notas académicas y cuando Ángel Metodiev tuvo que elegir universidad se fijó en IE University. Sus excelentes calificaciones fueron determinantes para obtener la beca que concede la Diputación Provincial e IE para estudiar en el campus segoviano de Santa Cruz la Real.
«Justo antes de comenzar la universidad recuerdo un cierto temor debido a que venía a una institución educativa esencialmente internacional, donde el inglés era el idioma vehicular de todo el programa académico y con estudiantes de muchos países del mundo», indica. Aquellos recelos eran infundados pues, enseguida, el joven búlgaro se integró en el campus. «Soy una mezcla cultural; eso hizo que rápidamente me hiciera con mis compañeros; el ambiente aquí es muy familiar, el trato con los profesores es muy cercano y la carrera de Comunicación es muy completa, y desde el principio cumplió con mis expectativas».
