Los ministros de Economía de la eurozona alcanzaron ayer un «consenso» para aumentar a 800.000 millones de euros la dotación del fondo de rescate para países endeudados. Sin embargo, solo habrá 500.000 millones disponibles si España o Italia necesitan ayuda, porque el resto del dinero ya está comprometido para Grecia, Irlanda y Portugal.
El refuerzo se queda así lejos del billón de euros que reclamó el pasado martes el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, como necesario para proteger a Madrid y Roma de los ataques de los mercados mientras surten efecto los recortes y las reformas que están realizando ambos países.
«En conjunto, la eurozona está movilizando un cortafuegos global de aproximadamente 800.000 millones de euros, más de un billón de dólares», aseguró el comunicado hecho público al término de la reunión del Eurogrupo.
El carácter minimalista del incremento se debe a la resistencia de Alemania, que hasta ahora se oponía a ir más allá de 500.000 millones y solo aceptó superar este umbral por la presión, tanto de sus socios europeos como del resto de países del G-20. Estos rechazaron aumentar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a la eurozona a menos de que la UE refuerce antes su fondo de rescate.
La propuesta de Berlín, que fue aprobada por el Eurogrupo, prevé que los 200.000 millones del actual mecanismo temporal de ayuda que ya se han comprometido para los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal se sumen a la dotación de 500.000 millones de euros del fondo permanente, que empezará a funcionar el 1 de julio.
Hasta ahora, la entrega máxima del fondo no podría sobrepasar 500.000 millones, incluso juntando las ayudas ya comprometidas.
Los titulares de Economía europeos sumaron, además, a la dotación total 53.000 millones todavía no pagados del primer rescate griego y 49.000 millones de un fondo avalado por el presupuesto comunitario, que ya se han comprometido para Portugal e Irlanda. De este modo, se llega a 800.000 millones de euros.
Finalmente, el Eurogrupo descartó mantener en reserva durante un año los 240.000 millones que no se han utilizado del mecanismo temporal para poder descongelarlos en caso de emergencia en los próximos meses.
Por ello, persisten las dudas entre los analistas sobre si este incremento mínimo será suficiente para que el G-20 apruebe más recursos para el FMI en su reunión de abril. Pero Berlín rechazó la propuesta más ambiciosa de la Comisión, que consistía en sumar los dos fondos de rescate, el temporal y el permanente, y alcanzar una dotación de 940.000 millones.
El ministro Luis de Guindos pidió que la dotación del fondo de rescate sea lo más alta posible para reforzar así su efecto disuasorio ante los especuladores. Contó con el apoyo de Francia o la Comisión, entre otros. No obstante, el mandatario volvió a negar hace unos días que España vaya a pedir ayuda del fondo para reestructurar la banca, tal y como había sugerido un alto funcionario de la UE.
Mientras tanto, el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, calificó de «muy difícil» la situación en España y pidió al Gobierno que prosiga con los ajustes presupuestarios y reformas estructurales emprendidas.
Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró que está satisfecho con la actuación del Gabinete de Rajoy frente a la crisis.
