El acuerdo anticrisis aprobado por la eurozona para salvar el euro fue calificado el pasado jueves de «coherente» por Bruselas y acogido con euforia por las Bolsas, pero no recibió una valoración unánime de los analistas ante la falta de detalles que permitan medir el verdadero alcance e impacto de las medidas. Mientras, a empresarios y a emprendedores les gustaría despejar la incógnita de hasta qué punto las entidades financieras abrirán el grifo de los créditos.
Elena Salgado, vicepresidenta económica del Gobierno, aseguró que las nuevas exigencias para los bancos no supondrán «un estrangulamiento del crédito», sino que debería favorecerlo. Sin embargo, el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, reconoció que la recapitalización «quizás pueda afectar a los préstamos ahora», aunque hizo hincapié en que será un proceso «bueno a medio y largo plazo».
Por su parte, CEOE y Cepyme ven en los nuevos requirimientos a las entidades «una enorme amenaza» al flujo de adelanto de dinero para las empresas.
Sin embargo, el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, explicó que las medidas decididas en Bruselas beneficiarán a la economía real española y ayudarán a que fluya el crédito, y el director general de Finanzas del Banco Popular, Jacobo González-Robatto, mostró su «total desconfianza» con los nuevos requisitos de comprar deuda soberana.
No obstante, el primer gran test para los 17 líderes de la UE fue supero con éxito después de que los mercados, que abrieron pocas horas después de que los mandatarios lograran cerrar -después de ocho horas de negociaciones que hicieron temer que solo habría un acuerdo político vacío de contenido- su hoja de ruta para dar una respuesta definitiva a la crisis, tras más de dos años de parches.
El parqué madrileño consiguió la segunda mayor subida del año, impulsado por el acuerdo, el 4,96%, mientras que en el resto del continente, y con el euro en 1,417 dólares, París (6,28%), Milán (5,49%) y Fráncfort (5,35%) lograron los mayores repuntes del 2011, en tanto que Londres ganó el 2,89%. Los analistas, al igual que los propios líderes, no ocultaron su alivio por el hecho de que la eurozona por fin haya logrado consensuar un nuevo paquete de medidas para atajar la crisis, pero también entonaron un tono cauteloso.
Los expertos advirtieron de que, si bien una catástrofe fue evitada, la incertidumbre en los mercados no pudo ser eliminada y ni mucho menos se ha logrado una solución a todos los problemas.
Frustración
El alivio se vio rápidamente neutralizado por la frustración de que los líderes podrían haber hecho más, recalcó Marie Diron, analista de Ernst & Young.
El diablo está en el detalle, y en el plan hay muchas piezas sueltas. Los líderes también lo reconocen.
La alemana Angela Merkel, recordó que no se podía esperar un «golpe de liberación» definitivo.
Los mandatarios consiguieron en último lugar cerrar lo que era el eje de todo el acuerdo: convencer a la banca de que condonara a Grecia el 50% de la deuda helena: 100.000 millones de euros.
Además, la UE y el FMI aportarán otros 100.000 millones para el segundo auxilio a Grecia, con lo que éste asciende ahora a 130.000 millones de euros hasta 2014, y no a 109.000 como se acordó en julio.
Por otro lado, el presidente del fondo de ayuda europeo, el alemán Klaus Regling, se entrevistó ayer con las autoridades chinas en busca de apoyos, aunque dijo que no esperaba un pacto inmediato.
