La cifra equivale al 0,5% del producto interior bruto del país, por considerar que el Gobierno de Viktor Orbán no ha tomado suficientes medidas para reducir su déficit excesivo. Es la primera vez que la UE decide congelar los fondos europeos o cualquier otro tipo de sanción a un Estado miembro por déficit excesivo.
La suspensión de los pagos del Fondo de Cohesión entrará en vigor el 1 de enero de 2013 si las autoridades húngaras no adoptan antes un nuevo plan de ajuste. El Ecofin volverá a examinar la cuestión el 22 de junio, y si constata que el Gobierno de Budapest ha aprobado las medidas correctivas necesarias, podrá decidir el desbloqueo de los fondos.
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha resaltado que «Hungría tiene todavía mucho tiempo para adoptar medidas correctivas y evitar la sanción financiera». A su juicio, la suspensión de los fondos debe verse como «un incentivo a Hungría para que cumpla sus objetivos fiscales».
El titular de Asuntos Económicos ha recomendado a las autoridades húngaras que adopten «medidas correctivas de carácter permanente y no puntual, con un impacto a largo plazo sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas».
Hungría ha registrado déficits excesivos (por encima del 3% del PIB) desde que entró en la UE en 2004. La UE ha ampliado en dos ocasiones el plazo para que el Gobierno de Budapest corrija la situación en tres años en total. El nuevo plazo fijado este martes es 2012.
La Comisión ha negado que sea «indulgente» con España y ha señalado que las situaciones no son comparables puesto que Hungría debía corregir su déficit excesivo en 2011 mientras que España tiene hasta 2013 y se ha comprometido a adoptar las medidas necesarias para lograr el objetivo.
