La Unión Europea avisó a Rusia de que el paquete de sanciones aprobado ayer, que incluye sanciones financieras y un embargo de armas, supone «una advertencia fuerte» y «una señal importante» para dejarle claro que «desestabilizar Ucrania o cualquier otro país vecino del este de Europa tendrá costes fuertes para su economía».
«El paquete responde a las direcciones dadas por el Consejo Europeo del 16 de julio. Está pensado como una advertencia fuerte: la anexión ilegal de territorio y desestabilización deliberada de un país vecinos soberano no puede ser aceptado en la Europa del siglo 21», avisó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en un comunicado emitido en nombre de la UE, en el que también admitieron que el derribo del vuelo MH17 que dejó casi 300 víctimas, la mayoría holandesas, también «requería una respuesta urgente y determinada».
Ambos dejaron claro que «la Unión Europea sigue lista para revertir sus decisiones y reimplicarse con Rusia cuando comience a contribuir activamente y sin ambigüedades a la búsqueda de una solución a la crisis ucraniana».
Sanciones
El nuevo paquete de sanciones «limitará el acceso a los mercados de capitales de la UE para las instituciones financieras propiedad del Estado ruso, impondrá un embargo al comercio con armas, establecerá una prohibición de exportación para bienes de uso dual para usuarios militares finales y reducirá el acceso ruso a tecnologías sensibles, particularmente en el sector de la energía», confirmaron en el comunicado conjunto.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, explicó que este paso era «inevitable» por la postura que siguen manteniendo las autoridades rusas en relación al conflicto ucraniano.
En este sentido, recordó que los líderes europeos advirtieron en reiteradas ocasiones a Moscú de los riesgos de contribuir a la desestabilización de Ucrania, empezando por la anexión de la península de Crimea a la Federación Rusa.
