Los nombres franquistas de las calles de Segovia (se estima que un total de 21 en la capital) pasarán a la historia. La operación para eliminar nombres vinculados a personajes del Régimen o al bando ‘nacionalista’ de la Guerra Civil arrancará en el barrio de San José, en un proceso que se acometerá de forma ‘progresiva’ y que contempla ‘indultos’. También llegará, aunque, al parecer, no a corto plazo, a la Avenida de Fernández Ladreda, una de las vías principales de la capital, que concentra decenas de negocios, y que deberá, igualmente, ser rebautizada para borrar la referencia a quien fuera general franquista y ministro del Régimen.
El Ayuntamiento borrará del callejero la nomenclatura que impuso la Dictadura y no por capricho, sino porque “tenemos que cumplir la Ley”, según subrayó ayer la alcaldesa, Clara Luquero, al término de la junta de Gobierno local. Como informó EL ADELANTADO, el concejal de IU, Luis Peñalosa, presentará en el próximo pleno, previsto para finales de este mes, una moción para lograr un acuerdo que permita borrar del callejero los nombres franquistas de las calles en el plazo de dos meses. Preguntada por esta cuestión, la alcaldesa admitió que el Ayuntamiento tiene que sustituir los nombres vinculados al franquismo para cumplir con lo establecido de la Ley 52/2007 de Memoria Histórica. Además, recordó que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSCyL), había ordenado, en una sentencia, al alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, la eliminación de toda símbolo franquista de las calles pucelanas; y, por último, que el cambio de nomenclatura figuraba en el pacto PSOE-IU.
“No se trata de atender la petición [de Peñalosa] sino de cumplir la Ley y lo vamos a hacer”, dijo Luquero, quien también aludió al acuerdo incluído en el pacto de gobernabilidad suscrito entre ambas formaciones y que aupó a la Alcaldía a Pedro Arahuetes. Lo cierto es que los socialistas han ido demorando en los últimos tres años el cumplimiento del acuerdo de eliminación de los nombres franquistas de las calles, quizá conscientes de la factura electoral que la medida puede suscitar en los vecinos y negocios de las calles afectadas, por la lógica incomodidad que supone cambiar la dirección postal.
“Ya estamos trabajando en ello”, afirmó la alcaldesa. En este sentido, indicó que en la primera reunión que mantuvo, tras acceder a la Alcaldía, el pasado mes de abril, con la asociación de vecinos del barrio de San José ya les planteó la necesidad de rebautizar hasta 16 calles de este distrito. Desde entonces, según aseguró ayer Luquero, a través de la Concejalía de Participación Ciudadana se ha pedido al movimiento vecinal que plantease alternativas de nuevos nombres, bien sea rescatando la nomenclatura anterior o histórica o asignando nombres de personas vinculadas al barrio, respetadas y queridas por los vecinos. La nueva nomenclatura de las calles será fruto de los nombres que pongan en común los vecinos y el Ayuntamiento, según reiteró la regidora.
Preguntada expresamente por el cambio de nombre para la Avenida de Fernández Ladreda, la vía que, sin duda, puede suscitar más rechazo de los vecinos y propietarios de los negocios, Luquero eludió dar fechas o plazos concretos y se limitó a reiterar que lo coherente es comenzar por el barrio de San José, donde existen 16 de las 21 calles que conservan los nombres franquistas.
Luquero trató de desterrar la idea de que el cambio de nombre de calles supone un perjuicio económico para el Ayuntamiento y los vecinos o negocios afectados, el argumento que esgrime el PP para oponerse a la medida. “La tarea tiene un coste insignificante para el Ayuntamiento, que es el encargo de las plaquitas [con los nuevos nombres] y ninguno para los negocios o establecimientos comerciales”, indicó. Según Luquero, Correos “mantiene durante mucho tiempo la doble nomenclatura para facilitar las comunicaciones, de hecho en uno o dos años siguen llegando cartas con la antigua dirección, el comercio solo tiene que gastar en este tiempo el material impreso que tiene y cuando lo renueve hacerlo ya poniendo la nueva dirección”. “No tiene porqué –reiteró- suponer un gasto económico para los vecinos o negocios y para el Ayuntamiento el coste es insignificante”.
Luquero insistió en que la voluntad del Gobierno municipal es proceder al cambio de nombres de manera progresiva, porque “son más de 20 calles y si lo hacemos a la vez los ciudadanos se sentirían perdidos, vamos a hacerlo con sensatez y causando los menos perjuicios posibles, pero es que tenemos que cumplir la Ley, no hay más”.
Por impulso de IU
Como se sabe, por impulso, entre otros, del propio Luis Peñalosa ya desaparecieron en su día del callejero nombres tan significativos como Francisco Franco o José Antonio Primo de Rivera, hoy Avenida de la Constitución. Sin embargo, quedan aún una veintena de calles con nombres de protagonistas directos del golpe militar y de la posterior represión del Régimen o que hacen referencia a lugares que fueron escenario de batallas de la Guerra Civil en las que triunfó el bando ‘nacionalista’.
En Segovia aún quedan numerosas calles bautizadas con nombres de la dictadura, alusivas a personajes del Régimen o acontecimientos para mayor gloria del Caudillo, caso de la Avenida de Fernández Ladreda, la Plaza Alto de Los Leones, las calles Alférez y Sargento Provisional o General Varela. En barrios como San José muchas de sus calles aún conservan la nomenclatura franquista.
En el caso de la Avenida de Fernández Ladreda, Peñalosa reiteró que es partidario de recuperar el nombre antiguo de esa calle —San Clemente— y despojarla del nombre del general golpista; mientras que, por ejemplo, plantea que la Plaza Alto de Los Leones podría pasar a denominarse como “Plaza de la Universidad”, en referencia a la cercanía del campus María Zambrano.
