Aunque Ignacio Velasco, secretario general saliente de CCOO en Segovia, empezó diciendo que no quería criticar al Gobierno por una decisión a la que, como reconoció, tenía derecho, lo cierto es que la exigencia de que un alto porcentaje de liberados sindicales se incorporasen a sus puestos de trabajo en la Administración General del Estado el pasado 1 de octubre, ha generado más de un quebradero de cabeza en la Unión Provincial.
El pasado mes de julio, el Gobierno central promulgó un decreto para limitar el número de liberados a lo que estrictamente marca la ley e invalidó los convenios a mayores.
Eso ocasionó un problema en la comisión ejecutiva del sindicato en Segovia, ya que el propio secretario general entonces y el secretario de Organización, José Luis Álvarez, se vieron afectados por la norma.
El nuevo secretario general, José Antonio López Murillo, sostuvo ayer que se generó un “relevo traumático” frente a lo que iba a ser “una transición normal” dentro del equipo de trabajo existente hasta que se promulgó esa medida.
Ante esa “situación traumática” se buscó la “solución menos traumática posible” y hubo que configurar un equipo con un intervalo de tiempo escaso, según mantuvo.
Velasco reprochó al Gobierno el “escaso tiempo” concedido a los liberados sindicales para volver a sus puestos de trabajo, no por su situación personal sino por “todo lo que se deja atrás” en la organización sindical y porque esa potestad gubernamental “se ha aprovechado para debilitar a las organizaciones sindicales, quitándolas parte de sus recursos humanos”. El ya ex secretario general reconoció que ha sido difícil compaginar su trabajo con la actividad sindical.
En su opinión, ese cambio se produce dentro de una campaña de descrédito, con la finalidad de “derribar el escaso muro que suponen los sindicatos en este país y campar a sus anchas a base de decretos haciendo daño y recortando derechos laborales y sociales”.
Sin complejos
El nuevo secretario general de Comisiones Obreras en la provincia, José Antonio López Murillo, recordó que cuando él accedió por primera vez a este cargo, en 1987, el sindicato sólo tenía una liberada en Segovia “que atendía a todo el mundo”.
“No vamos a llegar a ese extremo —dijo— pero con menos recursos los resultados electorales —elecciones sindicales— no eran tan diferentes y UGT ha sido siempre la primera fuerza sindical en Segovia. Hemos ganado delegados pero no creo que eso sea lo más importante”, añadió.
En ese sentido, argumentó que “cuando convocábamos a las movilizaciones teníamos la confianza de los trabajadores; ahora tenemos recursos pero no esa confianza, lo que complica más el trabajo sindical”.
En cualquier caso, López Murillo se mostró optimista sobre el futuro de un sindicato, eso sí, “distinto al de años atrás”.
