La trigésimo primera edición de la Semana de Música Sacra, organizada por la Fundación don Juan de Borbón, concluyó en la noche del pasado Miércoles Santo, tras cinco días y otros tantos conciertos celebrados en la iglesia de San Juan de los Caballeros, con una respuesta muy positiva tanto del público como de la crítica, según destacó la coordinadora de la Fundación, Teresa Tardío.
De acuerdo con Tardío, la repercusión de la Semana, considerada entre las más importantes dedicadas a la música sacra en estos días de Pasión en todo el país, ha sido “muy importante, tanto en medios locales como nacionales”, reseñando la crítica “el gran nivel de calidad alcanzado por todo el programa en su conjunto, además de la variedad” ofrecida a lo largo de estos días.
Así, Teresa Tardío destacó que algunos de los grupos participantes abordaron algunas de las piezas capitales del repertorio sacro; es el caso de los franceses Les talens Lyriques, que abrieron la Semana bajo la dirección de Christophe Rousset,y que interpretaron las ‘Lecciones de tinieblas’ de Marc-Antoine Charpentier; o el dúo de pianos Atlantis, compuesto por Sofía Hase y Eduardo Ponce, que cerró el ciclo con las ‘Visiones del amén’ de Olivier Messiaen.
Tardío hizo hincapié asimismo las actuaciones del Coro Francis Poulenc, que dirige Blanca Anabitarte y que ofreció un repaso por ‘El sentimiento religioso a través de la música vocal en Europa’, desde el Renacimiento y el Barroco hasta el siglo XX, con un coro de 30 voces, más ocho solistas, un cuarteto de metales y un órgano; y de la mezzo Marta Infante, acompañada al piano por Jorge Robaina, en un recital que abordó el Lied religioso, con los ‘Ernste Gesänge’ de Brahms y las ‘Canciones bíblicas’ de Dvorak.
El concierto que completó la Semana fue el más alejado de la tradición europea, con el grupo indio Bhakti, una formación creada en 2007 con artistas de distintos países: India, Singapur, Israel y España. El grupo se centra en la música sacra del Sur de la India, en la que la religión se mezcla con la poesía, la música, la danza y el canto, con instrumentos propios de su cultura.
El espectáculo de Bhakti fue el que contó con una mayor afluencia de público, aunque todos consiguieron, sin llegar al lleno, una muy buena afluencia.
