El descenso matemático de la Gimnástica Segoviana a la Tercera División no ha sido motivo de enorme disgusto para el club, conscientes sus miembros de que solamente era cuestión de tiempo que este hecho se consumara, habida cuenta de los malos resultados deportivos que habían llevado al equipo a ocupar las plazas de descenso prácticamente desde que se inició la temporada.
Ahora existen otras preocupaciones en el seno de la entidad azulgrana, y la que versa sobre el apartado económico no es la menor de ellas. La retirada de varios patrocinadores, y los retrasos a la hora de percibir el dinero de las instituciones, que sabido es que llevan su trámite, han llevado al club a reconocer que no va a tener nada fácil terminar la campaña con el “0” en su cuenta de ingresos menos gastos.
Sin duda, la temporada en Segunda B ha terminado por hacer mella en las arcas de la Gimnástica. Cierto es que el número de socios aumentó exponencialmente con respecto a la pasada campaña, con 1.100 socios censados aunque la primera estimación elevaba esta cifra hasta los 1.300. Pero, por el contrario, no se incrementaron los ingresos por publicidad, sino más bien todo lo contrario, ya que la crisis económica ha obligado a las empresas a reducir la inversión en este apartado.
Además, los gastos por jugar en la Segunda B se han disparado. Cada jornada que la Segoviana ha jugado en La Albuera, ha tenido que abonar la nada desdeñable cantidad de 1.397 euros de recibo arbitral, y a pesar de que las gradas del municipal han registrado un buen aspecto durante toda la temporada, en varios encuentros la recaudación por taquilla no alcanzó para cubrir este recibo. Sin ir más lejos, en el último encuentro liguero frente al Zamora, la recaudación en taquilla ascendió a 150 euros. Y eso, sin contar que los desplazamientos han sido más largos que en Tercera División, con varios viajes al País Vasco, y sin olvidar que en alguno de ellos el equipo tuvo que quedarse a pernoctar.
Con la cuenta de gastos aumentado de manera espectacular con respecto a la pasada campaña, no ha sido de extrañar que la Junta Gestora de la Segoviana, pese a las presiones que ha sufrido, se haya negado una y otra vez a prescindir de los servicios de Paco Maroto al frente del equipo, a pesar de que los malos resultados invitaban una y otra vez a volverse loco buscando soluciones rápidas, pero económicamente gravosas. Las bajas de Vini y Dani Arribas fueron suplidas por la llegada de Dani Cara, por lo que económicamente no ha habido mayores quebrantos en lo que a los cambios en la plantilla se refiere, un hecho en el que la Segoviana ha obrado de distinta manera que varios de sus rivales por la permanencia, que en diciembre optaron por rascarse los bolsillos buscando un cambio de rumbo que finalmente no se produjo.
