Fotografías de Segovia, pero desde otro punto de vista. Así define Eva Martín Luengo la exposición de imágenes captadas con su Nikon B-500, de monumentos, iglesias y rincones de la capital segoviana. Aficionada a la fotografía desde siempre, esta licenciada en Geografía e Historia inauguró ayer por la tarde una muestra de 43 fotografías, que estará abierta al público hasta el día 21 de abril.
Insiste en que no es profesional, pero Eva Martín ya ha conseguido diferentes premios, como ser la autora del cartel de la Semana Santa de Segovia 2009, un accésit otro año en el mismo concurso, y un galardón de la Fundación Patrimonio de Castilla y León. En sus fotografías intenta reflejar su punto de vista de monumentos tan conocidos y vistos como el Acueducto, el Alcázar o la Catedral. “Aunque han sido muy fotografiados, yo los he captado con las diferentes luces del día, nevando, en un día soleado… Creo que las imágenes son muy variadas”. Las fotografías que se pueden ver en la Sala Unturbe son una selección de las imágenes que Eva ha recopilado a lo largo de los dos últimos años. Dos de las 43 fotos se presentan en un formato más grande, 50×70 centímetros, y el resto se encuentran a un tamaño más pequeño. Su afición por la fotografía le viene de siempre. Nunca sale a la calle sin su cámara. Recuerda con mucho cariño su antigua cámara analógica, “de la que me costó despegarme”. Ahora lleva ya un tiempo trabajando con el sistema digital, y su actual cámara es una Nikon B-500.
No ha querido ponerle ningún título a la exposición. Simplemente son “fotografías” de Segovia. Ayer estuvo acompañada por un gran número de amigos durante la inauguración de la exposición, conocedores de la afición de Eva por la fotografía.
La imagen que más le gusta de la muestra es la de la Catedral en un atardecer, que realizó desde su domicilio del barrio de Santo Tomás. “Me gusta porque ya no podré repetirla nunca, ya que ahora están construyendo una casa que me quita la vista que antes tenía de la Catedral”, explica.
La exposición en la Sala Unturbe se puede visitar los días laborables, de 18,30 a 20,30 horas, y los sábados y domingos, también de 12 a 14 horas.
