Tras una operación no exenta de dificultades, ayer quedó instalada en la Casa de la Moneda la reproducción de la rueda hidráulica que permitirá mover, gracias a la fuerza del río Eresma, el ‘laminador’ ubicado en el museo, construído, igualmente, a semejanza de los que funcionaron durante siglos en el edificio.
Gracias a una grúa, la rueda, de 3,75 metros de diámetro, se ha instalado en el exterior del edificio de máquinas, en la zona de canales. La grúa permitió elevar la rueda por encima del edificio herreriano, que alberga el Museo y colocarla en la zona del canal, por donde pasa el agua del Eresma, y donde ya operan otras tres ruedas, de menor tamaño, que ‘mueven’ el martinete y fuelle del taller de herrería.
“A partir de hora, segovianos y turistas podrán contemplar la nueva rueda hidraúlica junto a las otras tres que ya funcionan en la Real Casa de la Moneda, el cuarto monumento más visitado de la ciudad”, indicó ayer, en un comunicado, el Ayuntamiento.
La construcción de esta reproducción de la rueda ha sido posible gracias al convenio firmado, el pasado mes de febrero, entre el Ayuntamiento y la Fundación Juanelo Turriano, que se ha encargado, también, de los trabajos de investigación, estudio histórico y diseño.
Como se recordará, gracias a la Fundación Juanelo Turriano, principal mecenas de la Ceca, el ‘ingenio’ regresó a la Ceca, en forma de reproducción, hace ahora un año. Fue un encargo complicado, porque ninguno, de los originales de la época, habían llegado a nuestros días. Pero el reto se logró, gracias a José María Izaga y Jorge Soler, encargados de la investigación, diseño y dirección de la obra; y al trabajo del carpintero segoviano Miguel Ángel Moreno Asenjo, que se encargó de la construcción y montaje del ‘ingenio’, en su taller de Navafría.
El siguiente paso era que el ‘laminador’ funcionase como hace más de cuatro siglos, con la fuerza del agua. Izaga, Soler y Moreno asumieron el encargo de la Fundación Juanelo Turriano, que ya costeó la reconstrucción de las otras tres ruedas hidráulicas que operaban en la Ceca, de menor tamaño. Esta vez se trataba de construir una de las cinco ruedas de gran tamaño que funcionaron en la Ceca.
La rueda hidráulica de eje horizontal “de trece pies y medio de diámetro” (3,75 centímetros) y palas rectas fue terminada a finales de verano. Después fue desmontada para recibir un tratamiento de autoclave, esto es, para mejorar la durabilidad de la madera de una rueda que estará a la intemperie. Los técnicos, con Miguel Ángel Moreno a la cabeza, montaron la rueda en la propia Ceca en octubre, si bien un pequeño problema de salud del experto carpintero, mantuvo paralizados los trabajos. Finalmente, se terminó de montar la rueda y ayer ya fue instalada en la zona del canal.
Con la rueda hidráulica operativa, el ‘laminador’ deja atrás el pequeño motor eléctrico que hasta ahora lo pone en movimiento para hacerlo con la energía del agua del río Eresma. La Ceca contó con hasta quince ruedas que movían cinco ingenios de laminar metales, dos de acuñar, un martillo de forja, un fuelle, dos tornos para acero, así como otros cuatro ingenios específicos para laminar y acuñar oro.