Ayer, centenares de segovianos llegaron a trabajar con ojeras y un poco más de sueño de lo normal, pero seguramente con una sonrisa en la cara y un leve movimiento de caderas difícil de controlar. Los causantes de los síntomas de esta feliz epidemia fueron La Banda del Búho, un combo de irreductibles músicos y cantantes segovianos empeñados en demostrar que en Segovia existe una pequeña reserva espiritual del blues que ellos veneran, atesoran y difunden en cada concierto que ofrecen al público.
Con el olor a pólvora aún en la nariz, centenares de personas disfrutaron en la Plaza Mayor de la atractiva propuesta de los ‘Búhos’, una sólida banda que se divierte en el escenario tanto como divierte al público que la escucha. Su propuesta es muy sencilla pero a la vez muy comprometida: versionar y hacer suyos los clásicos del rock, el blues y el soul en el cada vez más repleto casillero de grupos de versiones que recorren las carreteras en busca de fama y fortuna.
Para llevar a cabo esta propuesta, la banda cuenta con una nómina de grandísimos instrumentistas y músicos que, desde la admiración a los clásicos, ponen su particular visión de los temas que han puesto los cimientos de la historia del rock. Escuchar a Credence Clearwater Revival, Otis Redding o incluso U2, Earth, Wind &Fire o Tom Jones bajo el tamiz de la Banda del Búho es asistir a un respetuoso homenaje a estos iconos musicales, pero sin renunciar a poner su sello personal en cada canción. El objetivo no parece otro que el de disfrutar y hacer disfrutar, y a buen seguro así lo hicieron los centenares de personas que apuraron las últimas horas de la fiesta en Segovia para sumergirse en la reserva espiritual que conservan y que demuestra que en la música segoviana hay una atractiva diversidad que hay que potenciar.
