De ser un monumento olvidado y abocado a la ruina a ser uno de los emblemas del patrimonio segoviano y, por ende, un recurso turístico de primer orden. La muralla de Segovia, del siglo XI, la única en España, junto con las de Ávila y Lugo, que conserva completo su trazado, recobra a pasos agigantados su antiguo esplendor. Solo en los últimos cinco años, el Ayuntamiento de Segovia, en su mayoría con fondos europeos y del Ministerio de Cultura, ha invertido más de 3 millones de euros en distintas fases de rehabilitación del monumento. En total se ha intervenido en 1,5 kilómetros de la muralla, que cuenta con 3 kilómetros de perímetro. “Nos quedaría intervenir en algo menos del 50 por ciento, aunque queda lo más difícil, porque hay tramos [como en el talud coincidente con el Hospital de la Misericordia] que están perdidos, comidos por la vegetación y con graves problemas de estabilidad de la roca”.
Así lo dijo ayer la concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, que participó con el alcalde, Pedro Arahuetes, en una visita a las obras de consolidación ejecutadas entre los cubos 37 y 43, en la zona extramuros junto a la Puerta de San Cebrián.
Completar la rehabilitación de la muralla en todo su trazado no es cuestión de tiempo, sino de recursos. “Con dinero, en un par de años lo haríamos, pero la subvención europea — en alusión a los fondos del Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo (EEA) con los que se ha ejecutado la obra junto a San Cebrián— concluye en marzo”, advirtió la concejala. “Buscaremos vías para lograr financiar las obras, es difícil pero no imposible”, añadió De Santos.
La muralla que queda por rehabilitar se encuentra, básicamente, en la cara norte del monumento; donde actualmente hay tres obras en marcha : entre la verja del Alcázar y el mirador situado junto al talud de la Cueva de la Zorra; en la zona intramuros junto a la Puerta de San Cebrián y en el tramo junto a la Escuela de Magisterio. Los trabajos se han visto ralentizados en los últimos días por culpa del hielo, aunque en todos los casos no está lejos su conclusión.
El departamento que dirige De Santos ya tiene otro proyecto en cartera —la recuperación del tramo, de 350 metros de longitud, junto a la Misericordia—, para lo que ya ha solicitado fondos al Ministerio de Cultura a través del 1% cultural. De Santos explicó ayer que este tramo supone un “buen ejemplo” de los problemas que sufre la muralla en las zonas pendientes de intervención. “Es inaccesible, hay problemas de estabilidad de la roca y zonas perdidas de paños de muralla, reventados por la vegetación salvaje [fundamentalmente, por los aliantos]”, recordó.
Con respecto a la obra de recuperación de la muralla junto a la Puerta de San Cebrián, Arahuetes declaró su satisfacción por los resultados del trabajo de consolidación del monumento en este punto. “La muralla —dijo— es uno de los patrimonios más desconocidos, pero de los más bonitos e históricos, aquí, junto a San Cebrián, ya hemos limpiado y consolidado el monumento en una actuación que ha respetado su valor histórico”.
La intervención, que ha supuesto una inversión de 132.351 euros financiados por los fondos europeos EEA, ha permitido consolidar la roca sobre la que se asienta la muralla e incorporar un talud “verde” para ocultar los muros de hormigón.
Tras el desbroce y limpieza de la zona se ha construído una plataforma de cuatro metros de ancho, desde la base de la roca, y un muro de hormigón para hacer el drenaje que evacue el agua procedente de las escorrentías que debilitaban la roca y provocaban su degradación. A continuación, se colocó una malla de triple torsión al terreno y se rellenó con mortero a base de cal y canto, el trasdós formado por el muro y el terreno en el que se ancló. Una vez finalizados estos trabajos se llevaron a cabo las tareas de urbanización y jardinería dejando la zona preparada para las sucesivas plantaciones.
La Muralla segoviana tiene 3 kilómetros de perímetro y su construcción se remonta al siglo XI, a tiempos de la reconquista de Alfonso VI, aunque conserva restos de sistemas defensivos anteriores como el posible foso celtíbero y de fábricas islámicas. Conserva 70 de los 92 cubos originales y fue declarado Monumento Histórico Artístico el 12 de julio de 1941.
