Las opiniones son unánimes. Desde varios ámbitos se empieza a hablar de la rehabilitación de edificios como la salida para un sector, el de la construcción, que hasta 2007 fue uno de los motores principales de la economía de la provincia. El presidente del colegio de arquitectos de Segovia (de la demarcación del de Castilla y León Este), Juan Antonio Miranda, explica que si bien el Plan General de Ordenación Urbana de Segovia (PGOU) “ha abierto las puertas de nuevas áreas, como el nuevo barrio de la estación, Las Lastras, los sectores A y B o el sector Plaza de Toros, en la situación actual es más realista y sostenible centrarse en las tareas de rehabilitación y revitalización de la ciudad existente (casco histórico y barrios)”.
Miranda añade que, es conocido, que en los municipios situados en la zona de la capital, hubo en los años anteriores un crecimiento importante de la construcción de viviendas, “que ahora con la crisis se ha paralizado, existiendo un gran número de viviendas en estos pueblos como, por ejemplo, Torrecaballeros, sin vender; por lo que el crecimiento actual se verá paralizado en la provincia.
Hay que señalar que, según los datos recopilados por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos, en la provincia de Segovia se visaron el año pasado un 60% menos de viviendas de obra nueva que en 2008, un porcentaje sensiblemente peor que la media nacional. El presidente del colegio segoviano considera que esta evolución más negativa en Segovia se debe a que “el visado, en la provincia, depende en amplias zonas de la misma —las limítrofes con Madrid y Valladolid— del cliente originario de estas otras provincias, en el campo de la segunda residencia, un sector muy afectado por la crisis”.
Por otra parte, apunta a que parte del crecimiento experimentado en el alfoz de Segovia y municipios limítrofes con el mismo ha superado ampliamente las expectativas de crecimiento de la población e indica que “no existen factores que supongan vislumbrar en un futuro próximo el cambio de tendencia”.
En todo 2009 fueron 934 los visados de dirección de obra nueva que se registraron en Segovia, según el Ministerio de Fomento, 510 en viviendas unifamiliares y 234 en viviendas en bloque. Esto supone menos de la mitad de los visados correspondientes a 2008 (2.353) y menos de una quinta parte que los contabilizados en 2006 (con la cifra récord de 5.279).
La evolución en los primeros meses del año no es muy alentadora, ya que, a falta de datos provincializados, hasta febrero se había producido en toda España un descenso superior al 30% en los visados para construcción de viviendas. Por el contrario, este año se ha producido un ligero incremento de los visados de rehabilitación, que a nivel nacional ha sido del 3%.
Desde el colegio de arquitectos de Segovia, Miranda informa de que la tendencia de crecimiento en los visados de rehabilitación no se aprecia en la provincia, donde en el segundo trimestre del año pasado se contabilizaron 47 visados, para pasar a 27 en el tercero y a 19 en el cuarto.
Sobre los programas públicos de rehabilitación, como el casi finalizado Área de Rehabilitación del Centro Histórico (ARCH) de la Judería o los ya aprobados ARCH de las Canonjías y Área de Rehabilitación Integral (ARI) de San José, Juan Antonio Miranda califica de “muy positivo para la ciudad y para la profesión” lo realizado en la alhama segoviana y, sobre el antiguo barrio de los canónigos, señala que “lo que podemos saber desde el colegio es que el ARCH de la Judería, gracias a que las subvenciones eran buenas, los ciudadanos se han animado a realizar obras en sus inmuebles; por ello pensamos que si sigue esas pautas podrá tener éxito”.
Por último también considera “una buena iniciativa” el programa a desarrollar en San José, “porque proporcionará trabajo al sector de la construcción y mejorará la imagen del barrio y, por ende, la vida de sus residentes”.
Por su parte, el presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, el segoviano José Antonio Otero Cerezo, comparte y apoya los programas de rehabilitación “procedan de la administración que sea”, tanto para intervenir en edificios construidos como para zonas urbanas degradadas.
Aunque admite que no conoce en profundidad las ARCH y ARI de la capital segoviana, insiste en que desde el colegio trabajan con el Ministerio de Vivienda para introducir en las ayudas a la rehabilitación aspectos relacionados con la accesibilidad y la eficiencia energética.
Por último, los responsables de ambos colectivos profesionales coinciden en que si bien la rehabilitación puede ser un ámbito que ayude a superar la crisis en el sector de la vivienda, arquitectos y arquitectos técnicos empiezan a abordar también ahora la adaptación de sus proyectos al Código Técnico de Edificación (CTE), cuya primera consecuencia, además de hacerlos más extensos, es el encarecimiento del proceso constructivo pero que establece las pautas necesarias para fomentar una construcción sostenible y de calidad.
Sin embargo, Miranda echa en falta en esta normativa “una modulación de las exigencias en función de la importancia de la edificación, distinguiendo entre viviendas unifamiliares y grandes edificios”.
