El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), Eduardo Querol, ha cifrado en 150 millones de euros el impacto sobre el sector de la reforma energética, cuya aplicación comprometerá las inversiones previstas.
La reforma «pone en duda la materialización de las inversiones previstas, en un sector como el papelero, intensivo en capital», afirmó Querol, antes de advertir de que estas circunstancias concurren en un momento en el que las empresas salen de un periodo caracterizado por el escaso empleo de capital.
El sector está saliendo «de un periodo de varios años, los años de la crisis, en los que las inversiones se situaron en torno a 170 millones de euros anuales, muy por debajo de lo habitual», afirmó.
La industria papelera se encuentra «preparada para un cambio de escenario» y viene comportándose mejor que otras actividades industriales, hasta el punto de que desde el inicio de la crisis la pérdida de empleo en el sector ha sido inferior al 6%, señala la asociación.
Las exportaciones de este sector equivalen al 66% de la actividad. El 62% de la celulosa se vende en el exterior, frente al 49% del papel producido. Mientras, las materias primas locales aportan el 83% de la madera y el 70% del papel para reciclar.
Resultados
En cuanto a los resultados del ejercicio 2013, el sector cerró un año «continuista» en el que la producción de papel aumentó un 0,1%, mientras que la de celulosa registró un descenso del 0,2% con respecto a 2012.
En todo caso, estas tasas sitúan los resultados en España por encima de la media de la UE, en la que se registró un descenso del 1,2% en la producción de papel. El país es el sexto productor de papel de UE y se convierte en el único de ese pelotón de cabeza que no registra crecimiento negativo.
También la producción española de celulosa, aun con esa caída, mejora tanto la media europea, consistente en un descenso del 1,5%, como las cifras de los otros países productores que le acompañan en el grupo de los big five’, con la excepción de Finlandia, que crece un 3,6%.
La producción de papel en España se situó por encima de los seis millones de toneladas y la de celulosa llegó casi a los dos millones de toneladas.
