La Real Sociedad ganó ayer un derbi vasco contra el Athletic de Bilbao intenso y muy disputado, decidido por dos acciones desafortunadas del central San José, que cometió un penalti y marcó en propia portería el segundo gol.
Al inicio, el bloque local sufrió porque el rival ejerció el dominio del juego hasta que, en el minuto 24, se produjo el penalti del propio San José sobre un remate de Zurutuza que el central cortó con la mano. Xabi Prieto marcó tras repetir la pena máxima por ejecutar la ‘paradinha’, técnica prohibida por el reglamento.
Los donostiarras pudieron dejar encarrilado el partido a seis minutos del descanso cuando un balón claro para Iraizoz se lo llevó en falta el francés Griezmann, que remató al poste.
San José no había tenido fortuna en la primera mitad con una acción evitable a todas luces, pero a la vuelta de los vestuarios torció todavía más su actuación al marcar en propia portería.
El equipo de Caparrós no tiró la toalla a pesar de los dos mazazos sufridos, y estuvo a punto de recortar las distancias en cabezazo de Llorente mediada la segunda parte. Instantes después, el otro Llorente, Joseba, picó de cabeza y su balón lamió el larguero.
Los instantes finales fueron un quiero y no puedo de los rojiblancos ante una Real un tanto timorata y reservona que se echó atrás y pasó algún apuro hasta que en, los últimos minutos, disfrutó junto a sus seguidores de una fiesta que terminó con la ola recorriendo la grada de Anoeta.
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