La décimo tercera edición de la feria de ganado, agrícola y artesanal celebrada en la localidad ha acogido durante el fin de semana a más de mil personas de las diferentes provincias de la región.
El ganado vacuno, ovino y equino ha sido el principal protagonista de la feria atrayendo con su exposición, una gran afluencia de público. Reses de raza avileña, charolés, berrenda y limusin, se mostraban ante los espectadores para posteriormente ser vendidas. “Es una feria con mucha variedad ya que es lo que le gusta a la gente”, señala el alcalde de Villacastín, Jesús Grande.
El acto principal tuvo lugar a las doce de la mañana con la subasta de las reses de raza avileña. Cientos de personas rodeaban la mesa donde el secretario de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Avileña, Pedro Herraiz Espinosa, se disponía a comenzar la venta. Tres ganaderos fueron los que intervinieron durante el acto para poder hacerse con los animales que, previamente, ya habían seleccionado y querían que formaran parte de su explotación. “Los ganaderos que intervienen en la subasta son trabajadores que ya tienen esta raza y que quieren recriarla con marca seleccionada”, subraya el secretario.
La variedad de la raza avileña bociblanca, caracterizada por una capa negra o marrón oscura y orla blanca en el morro, ha sido una de las más solicitadas ya que según asegura el dueño de la ganadería, José Cea, “es una raza en extinción y está subvencionada por la Junta de Castilla y León”.
De las 35 reses, de entre 8 y 19 meses que salieron a subasta, 26 fueron vendidas y únicamente nueve fueron desiertas. “El momento no está para muchas alegrías y nosotros hemos cumplido con las expectativas”, subraya Herraiz Espinosa.
El sector primario, al igual que los demás, se encuentra en un mal momento. La sequía es la protagonista de muchos de los problemas de este sector. El forraje de la primavera ha sido muy escaso y como consecuencia, el pienso ha subido en un cuarenta por ciento. “Con esta situación los ganaderos no podemos ser optimistas, por lo que esperamos las reformas en la PAC”, concreta Cea.
Para completar esta feria a gusto de todos, se pudo disfrutar de una exposición de material agrícola en la que se mostraban tractores, remolques, todoterrenos de segunda mano, empacadoras, maquinaria de labranza y todo tipo de material necesario, relacionado con el mundo agropecuario.
La parte artesanal se encontraba en una carpa ubicada en las Eras Cristo del Valle, contiguo al resto de muestras. Alimentación, ropa, cuero, vidrio, bisutería y otro tipo de manualidades artesanales se concentraban en una veintena de expositores. Los artesanos comentan que “aunque ha habido una alta afluencia de público por la feria, la crisis se nota y las personas no se animaban a comprar”.
Al finalizar el acto de la subasta, el alcalde y el concejal Roberto Marugán del Ayuntamiento de Villacastín entregaron un obsequio a los colaboradores y participantes de la muestra para agradecerles su labor y su presencia en la feria.
Acercándose la hora del almuerzo, las ascuas de dos parrillas ardían al rojo vivo para preparar una degustación de la carne de Ávila, que se ofreció a todos los asistentes. Más de cien kilos de los terneros cuyas madres son siempre de raza avileña-negra ibérica, salieron de las brasas para invitar a la multitud de visitantes. Así, alrededor de las tres de la tarde, se clausuró la XIII edición de la feria con un buen sabor de boca.