La primera ministra Yulia Timoshenko no se rinde: su formación anunció hoy que impugnará en los tribunales los resultados de la segunda ronda de las elecciones presidenciales ucranianas, que según datos preliminares le dieron la victoria a su rival, el líder opositor Víctor Yanukóvich.
«Anoche se tomó la decisión de impugnar los resultados por colegios, luego exigir un recuento por circunscripciones y si los tribunales nos dan la razón, cuestionaremos los resultados generales de las elecciones«, declaró la número dos del Bloque de Yulia Timoshenko (BYT), la diputada Elena Shústik.
La legisladora, en unas declaraciones citadas por la agencia UNIAN, aseguró que hay resultados de muchos colegios electorales que pueden ser impugnados, porque hay pruebas de las irregularidades.
Además, Shústik señaló que el 5,6 por ciento de los votantes emitió su sufragio en su propio domicilio sin contar con los certificados médicos respectivos, situación que se observó en el oriente del país, el feudo electoral de Yanukóvich.
No obstante, la diputada admitió que la revisión de los resultados en algunas circunscripciones no necesariamente significará la repetición de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Hasta ahora, Timoshenko no ha comentado en público los resultados de las elecciones del domingo, pero nada más cerrarse los colegios electorales, cuando los sondeos a pie de urna dieron como ganador a Yanukóvich, hizo un llamamiento a sus partidarios a luchar por cada voto.
El jefe de su campaña, Alexander Turchínov, declaró que las elecciones del domingo fueron «unas de las más sucias» y que no se pudo evitar que hubiera «falsificaciones importantes», pese a que los observadores internacionales concluyeron que los comicios cumplieron con los estándares democráticos.
«Reconoceremos el triunfo de Yanukóvich sólo en el caso de que no podamos demostrar en los tribunales las irregularidades que le dieron la victoria», declaró hoy el diputado del BYT Andrei Shkil.
«Timoshenko ha perdido la cabeza: no reconoce la opinión de los observadores internacionales. Es un sinsentido. Con ello, pone un gordo punto final a su carrera», declaró Nikolái Azárov, diputado de esa formación que ha resultado vencedora.