Decía Rubén en la red social Twitter a primera hora de la mañana de ayer que “en Segovia este Jueves Santo, de momento, no relumbra más que el sol…”. Sin embargo, aunque la estrella no se dejó ver, o muy poco, al menos la jornada del Jueves Santo, la primera festiva de la Semana Santa —salvo en algunas comunidades autónomas como Cataluña y Valencia— casi no llovió.
“Mirando al cielo”, confesaba Julián Duque, presidente de la Agrupación Industrial Hosteleros segovianos (AIHS), se encuentra el sector estos días porque a nadie se le escapa que la meteorología influye, y mucho, en la toma de decisiones de los turistas.
Lo cierto es que algunos empresarios del sector reconocían que el de ayer fue el mejor Jueves Santo que recordaban, ya que en Segovia, aunque durante la Semana Santa logran un alto nivel de ocupación tanto en restaurantes como en alojamientos, tradicionalmente los días fuertes son hoy, Viernes Santo, y mañana. Asunto distinto es el gasto medio por turista. Otro hostelero, por ejemplo, comentaba que cada vez hay más visitantes tipo diésel, “que andan mucho y gastan poco”.
A la espera de lo que ocurra durante las jornadas restantes, la lluvia al menos ha dado algo de tregua. Duque afirmaba en la radio local, sin embargo, “se va a trabajar bien pero sin conseguir cifras récord”.
El presidente de la patronal sectorial animaba a los profesionales a “atender muy bien a quienes no visitan, como sabemos hacerlo en Segovia, porque los turistas que se van satisfechos son la mejor red social que tenemos”.
Recordaba también los puntos fuertes de Segovia y su provincia: la riqueza monumental y natural, la gastronomía y la historia, mencionando expresamente a Isabel la Católica, sin duda por la repercusión que ha tenido la serie de Televisión Española.
Que Segovia sigue siendo un destino turístico consolidado lo demuestra que un año más, en Semana Santa, a primera hora de la tarde la Policía Local tuviera que restringir ayer la circulación de vehículos por el centro histórico. También en ese momento la ocupación de los aparcamientos de la ciudad era muy alta, aunque desigual.
Los puntos turísticos más representativos de la ciudad: Azoguejo, Plaza Mayor y Alcázar registraron una gran afluencia de personas y durante algunos momentos se hacía difícil avanzar por la Calle Real o Daoíz.
Pero en zonas más alejadas del centro, como José Zorrilla, o incluso calles poco transitadas del recinto amurallado, San Geroteo entre otras, la situación era muy distinta. De ahí que los negocios allí ubicados “se busquen la vida” lo mejor que pueden. Impensable hace unos pocos años era, por ejemplo, encontrar ofertas como ‘plato del día’ por 10 euros a escasos metros de la Catedral y también “rebajas” en jarras de cerveza.
Hacer turismo en primavera tiene sus ventajas, contaba Mari Cruz, una treintañera madrileña que había llegado a Segovia en compañía de unos amigos extranjeros: “Encuentras oferta para todos: castañas asadas en la Calle Real y helados por doquier; cada vez que vengo a Segovia han abierto un nuevo garito de helados”, señalaba.
Las terrazas de hostelería, eso sí con unos pocos atrevidos, conviven con casas rurales donde un atractivo más es la chimenea francesa, de agradecer porque por la tarde se levantó un aire fresco.
También la provincia está recibiendo visitantes estos días, con eventos como la feria de artesanía en Ayllón, visitas guiadas por los jardines del Palacio Real de La Granja, etc. En Twitter, por ejemplo, una turista hablaba ayer de lo bonito que le había parecido Pedraza mientras tuitrafico señalaba circulación intensa (nivel amarillo) a las 14,45 horas en San Rafael (N-VI). Tampoco faltó el gracioso que se regodeaba de viajar entre Los Ángeles (de San Rafael) y Las Vegas (de Matute).
Acueducto, Alcázar y cochinillo.- Una forma de pulsar el grado de satisfacción de quienes visitan Segovia es leer sus comentarios en Twitter. Ayer a primera hora tenían por protagonista al tiempo o al transporte. Blossom, por ejemplo, decía “espero que en Segovia no haya nieve y no llueva mucho”e Isma “desafiando al tiempo rumbo a Segovia”, mientras Velpy se mostraba sorprendida: “No sabía yo que Segovia estaba tan cerca de Madrid en tren. Unos 30 minutos”, comentario en la línea del realizado por Víctor: “30 min. y en Segovia ya, este tren vuela !!!”. En coche… otro gallo cantaría, en vista de la frase ‘tuiteada’ por Ire “encontrar aparcamiento en Segovia un Jueves Santo, eso sí que es un milagro”. Pero una vez en la ciudad, todo se olvida. Entre las doce y las dos y pico tocó “cañear”, como contaba Elena y Javier anunciaba un “jarrón de cerveza en Segovia por 1 euro”. A partir de ese momento las decenas de fotografías de Acueducto y Alcázar, sobre todo, pero también de la Catedral o de otros rincones que iban publicando en Twitter e Instagram, fueron sustituyéndose por las de cochinillo, cordero, etc. Ninguna crítica. Sirva como ejemplo el “ñam ñam” de Sergio.
