El grupo de Patrimonio Histórico de la Policía de la Generalitat Valenciana se incautó de cinco obras “presuntamente falsificadas” de Pablo Picasso por valor de 160 millones de euros que se pretendían vender a inversores extranjeros. La incautación se ha llevado a cabo en dos operaciones “entre las que no hay relación”, realizadas en Benidorm (Alicante) y Granada, en las que se imputaron a dos y seis personas, respectivamente. Así lo informó el comisario de la Policía de la Generalitat, Álvaro Rodríguez, en rueda de prensa ayer, en la que señaló que “no hay precedentes de una operación así en España”. Según afirmó, aunque los detenidos no tienen relación entre sí, las operaciones se llevaron a cabo de manera conjunta al tratarse de “dos intentos de venta de cuadros falsificados de Picasso que han confluido en el tiempo”.
Rodríguez explicó que las pesquisas comenzaron en la operación de Benidorm después de “detectar que un grupo de individuos estaba intentando conseguir informes de expertos sobre una obra de Picasso”. Se trata de una sociedad de tres personas que son propietarias de uno de los cinco cuadros —denominado ‘La vida y la muerte’— que pretendían poner a la venta por un valor de 30 millones de euros.
El comisario señaló que los investigados fueron detenidos mientras intentaban vender el cuadro a finales de octubre, aunque la operación había comenzado “hace dos o tres meses”. De los tres integrantes de la sociedad, solo dos están imputados actualmente, y se les acusa de tentativa de estafa y de un posible delito contra la propiedad intelectual. Los dos imputados tienen antecedentes por estafa y uno de ellos “tiene un historial de estafas y timos considerable”. El comisario detalló que los investigados en Alicante habían creado una sociedad en Belice —un paraíso fiscal en América Central— para vender la obra, “presuntamente eludiendo a Hacienda”. Además, señaló que ya habían intentado vender la obra en 19 ocasiones.
Rodríguez apuntó que este grupo “obtuvo” el cuadro de una colección privada de un particular de Barcelona ya fallecido y que estaban “invirtiendo dinero en restaurarlo”, por lo que “no se descarta la hipótesis de que no supieran que puede ser falso”. A pesar de ello, señaló que los investigados en Alicante “transportaban la obra en una furgoneta con restos y utensilios de obra”. “Hay cosas que se ven que no pueden ser buenas, uno no intenta vender una obra por 30 millones de euros en una furgoneta de obra”, apostilló.
En este sentido, el inspector jefe del grupo de Patrimonio Histórico indicó que “las obras serían falsificaciones hechas con mala intención, para el mercado de inversores extranjeros”, según le transmitieron los expertos en arte que la unidad ha consultado.
