ETA sufrió ayer un nuevo golpe. Si bien no lo padeció en sus propias carnes, sí lo fue de cara al futuro, después de que la Policía Nacional detuviera en el País Vasco y Navarra a 14 presuntos miembros de la nueva dirección de la organización juvenil ilegalizada Segi, considerada la cantera de la banda.
La operación, en la que participaron 300 policías, es una continuación de la desarrollada el pasado noviembre, en la que se intervinieron los documentos titulados Zirikatzen Lana / Trabajo de Hostigamiento y Herri Borrokaren Oinarrizko Esluliburua / Manual de Bases de La Lucha Popular. Según el Ministerio del Interior, el primero de ellos contenía un catálogo de objetivos potenciales -como bancos, sedes de partidos, medios de transportes, antenas y repetidores, juzgados o bienes personales de policías, guardias civiles, ertzainas y cargos electos-, y el segundo, un catálogo de técnicas y materiales para atacarlos.
De hecho, la Policía sospecha que algunos de los arrestados están relacionados con recientes acciones de violencia callejera como el que tuvo lugar el pasado miércoles en Rentería (Guipúzcoa).
Es el caso también de dos de los cinco detenidos en Navarra, Xabier Arina e Imanol Salinas, que fueron juzgados en octubre en la Audiencia Nacional por atacar con cócteles molotov dos cajeros en Pamplona en septiembre de 2008.
En la vista, la Fiscalía pidió siete años de cárcel para cada uno de ellos por entender que, junto al resto de procesados, «constituían un talde Y de apoyo a la estrategia de hostigamiento social a los objetivos marcados por ETA».
El resto de los arrestados formaría la nueva dirección de Segi, que sustituyó a la desarticulada hace 11 meses en una operación también dirigida por el juez Grande-Marlaska.
Además de las detenciones, en la operación se practicaron 37 registros domiciliarios y de distintos locales, algunos de ellos auténticas bases logísticas de Segi y Askatasuna. En esos reconocimientos se intervino abundante documentación interna y soportes de almacenamiento informático, 36.000 euros y material para la confección de artefactos incendiarios.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó el objetivo del Gobierno y de las Fuerzas de Seguridad de no consentir que ETA refuerce sus bases y aseguró que «cada vez que ETA rehaga su cantera, la Policía actuará y esa cantera nunca podrá llegar al equipo titular».
«Tantas veces monten Segi, tantas veces la Policía actuará», subrayó el socialista tras resaltar el doble objetivo del Ejecutivo de evitar que haya violencia callejera para que los vascos puedan vivir en completa libertad.
Por otro lado, el juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional ha justificado hoy su decisión de permitir al ex dirigente etarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, salir varias horas al día de prisión como una respuesta a sus «esfuerzos» por «separarse del entorno de una organización criminal».
La decisión del magistrado José Luis Castro fue respaldada por las asociaciones de jueces, cuyos portavoces subrayaron que no se trata de una medida extraordinaria, ya que si se cumplen los requisitos legales un miembro de ETA no es un delincuente distinto del resto en cuanto a su derecho a obtener beneficios penitenciarios.
