El aviso del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de que ETA prepara un secuestro sonado en un intento por lograr notoriedad durante la Presidencia española de la UE han despertado las iras de los sindicatos policiales y las asociaciones de guardias civiles, que ayer calificaron de «terribles» e «inoportunas» estas palabras por no ir acompañadas de datos concretos y algunos incluso le reprocharon al dirigente socialista que se hayan enterado de esa «posible situación excepcional» por los medios de comunicación.
Además de estos colectivos, también se pronunciaron al respecto los escoltas. Al presidente de la asociación que agrupa a nivel nacional a estos profesionales (ASES), Vicente de la Cruz, señaló que le parece «terrible» la advertencia, porque les «ha puesto en un estado de alerta tremendo», sin haberles dado, dice, información previa.
De la Cruz aseguró que ayer numerosos escoltas llamaron a la sede de la organización interesándose por lo que había querido transmitir el ministro, ya que están protegiendo a 2.500 personas.
«Somos los máximos afectados en este tema y nos enteramos por los medios de comunicación. Estoy esperando la llamada de alguien de Interior para aclararnos todo esto», agregó el portavoz de ASES, que estimó de que «no se puede decir que ETA está débil y que puede hacer un secuestro».
Mientras, el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) cree que la advertencia de Pérez Rubalcaba ha dado «protagonismo a la banda y la ha situado en primera página, cuando nadie hablaba de ella», tal y como sostuvo su secretario de comunicación, José María Benito.
El SUP no duda de que la Presidencia española de la UE sea un «buen escaparate» para que ETA «se quiera hacer notar», como en otras fechas en las que las Fuerzas de Seguridad son alertadas de posibles acciones terroristas, pero cree que alertar de esa posibilidad en los medios «no es lo más oportuno, ni el lugar adecuado para avisar a los sectores más sensibles».
«Con independencia de que ETA pueda seguir atentando, el avisar de que puede pasar es inoportuno», insistió Benito, quien subrayó que las fuerzas de seguridad «siempre trabajan con esa hipótesis porque llevan muchos años combatiéndola, a pesar de escarceos negociadores».
También la Confederación Española de Policía (CEP) recriminó a Rubalcaba que algunos de los colectivos que pudieran verse afectados por un secuestro «se hayan enterado a través de la prensa», porque, según su secretario general, Ignacio López, hasta el lunes por la tarde no se había alertado a distintas unidades antiterroristas de esa «posible situación excepcional». «Si nos hallamos en una situación excepcional, la de un secuestro, y tenemos certeza de esos movimientos, que indican una inminencia, el modo utilizado no es el más conveniente», insistió López.
Más dura fue la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UOGC) que reprochó al ministro que haya vuelto a «sacar brillo a su bola de cristal» al anunciar nuevos actos contundentes de ETA, mientras mantiene su desidia a la hora de mejorar la seguridad en los cuarteles y añaden que «poco hizo» para evitar los atentados de Burgos y Palma del pasado verano.
En respuesta a estas críticas, Rubalcaba precisó ayer que sus palabras «no son una ocurrencia, sino que responden a una evaluación seria». Por su parte, el consejero de Interior del Gobierno Vasco, Rodolfo Ares, indicó: «No tenemos datos concretos de a quién podrían secuestrar, pero sería alguien muy relevante».
