Eran las 18.38 horas del martes cuando un montañero contactó con el Servicio de Emergencias Castilla y León 112 para avisar de que había sufrido, junto con dos compañeros más, un accidente unos quince minutos antes, en la cara norte del pico El Espigüete, en el Circo Norte y muy cerca de hacer cumbre en la localidad de Cardaño de Abajo (Palencia).
El alertante, natural de Guardo (Palencia), indicó que se encontraban a unos 100 metros de la cima de 2.450 metros de altitud, cuando se rompió una placa de hielo y, como consecuencia de ello, se produjo un alud. La nieve arrastró a dos de los integrantes de la cordada que se precipitaron al vacío por una pared vertical de 100 metros de altura, mientras que un tercero pudo sujetarse con los piolets. Posteriormente, el montañero que pudo evitar la caída descendió por la cara sur del pico para pedir ayuda, ya que sus compañeros no respondían.
Minutos más tarde se conocería la trágica noticia. El Espigüete se había cobrado la vida de dos montañeros palentinos, de 34 y 35 años. Alberto F. L. y Juan Manuel G. C. eran escaladares experimentados y buenos conocedores de las cumbres más destacadas de la Cordillera Cantábrica. De hecho, uno de ellos, Juan Manuel, había participado en una expedición regional en mayo de 2006 al Dhaulagiri -quedándose a 250 metros de la séptima cima más alta del mundo por mal tiempo- con conocidos montañeros, caso de los palentinos ‘Tente’ Lagunilla o Ángel Villán o el veterano abulense Carlos Soria, con cumbres de más de 8.000 metros a sus espaldas.
La tragedia se ha vuelto a cebar con la Montaña Palentina que, en poco más de un mes, se ha cobrado la vida de cinco personas. El pasado 27 de enero fueron rescatados sin vida dos hermanos de Barcelona residentes en Bilbao tras sufrir un accidente en la cara sur del pico Curavacas. Tan sólo tres días antes, una montañera madrileña de 40 años perdía la vida tras precipitarse por un barranco en el Espigüete.
Se trata de dos picos relativamente fáciles de escalar en los que sin embargo se han registrado un buen número de accidentes mortales en los últimos años. Para el veterano escalador abulense Carlos Soria se trata de un año «muy especial» por las constantes nevadas y los fuertes vientos.
Este montañero -que a sus 71 años ha logrado el hito de hollar las cumbres más altas de los cinco continentes, varias de ellas de más de 8.000 metros- explicó que «el peligro más grande en la montaña son los cambios bruscos de temperatura y el riesgo de aludes, que sólo se puede prever con información que, sin embargo, en muchas ocasiones no es perfecta».
Las condiciones meteorológicas han sido un factor clave en el fatal accidente que ha acabado con la vida de los dos montañeros palentinos. Soria lamentó su muerte y aseguró no explicarse «cómo ha podido ocurrir».
El montañero palentino Francisco Pérez Rivas, presidente del Grupo de Especialistas Bomberos de Castilla y León (Gebocyl), recientemente aseguró que «en invierno no te puedes aventurar a entrar en zonas de dura climatología sin un buen equipo de alta montaña».
La Reserva Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, donde se encuentra el Espigüete, está considerada como uno de los puntos negros de la Montaña Palentina en los meses de frío por los equipos de salvamento. Pérez Rivas, que actualmente colabora en el rescate de víctimas del terremoto de Chile y antes en Haití, considera que «muchas personas no se informan previamente».
En el otro extremo estaría el caso de los montañeros fallecidos. «Hay alpinistas muy preparados y que saben lo que se van a encontrar. Son conscientes de sus limitaciones y cuentan con un buen equipo que saben manejar perfectamente». Si bien, según Pérez Rivas, «la preparación no les libra de encontrar dificultades y tener un accidente». Algo que, lamentablemente, se demostró el martes y que ha vuelto a enseñar la peor cara de la Montaña Palentina.
