En torno a un centenar de peregrinos por la Paz caminaron ayer durante una media de tres horas desde Espirdo, La Granja, Madrona, Abades y Valseca para confluir pasada la una de la tarde en la Plaza Mayor de Segovia. Se trataba de la segunda edición en la provincia de una marcha que sigue los pasos de la Fundación de la Marcha Universal a Santiago de Compostela.
Isabel Merino, del Movimiento Permanente Marcha Universal para la Paz en Segovia, se mostraba satisfecha al final, después de plantar un rosal blanco, el Rosal de la Paz, en los jardines de la plaza de la Merced. “La sensación es buena. El objetivo no es que de entrada seamos 5.000 peregrinos si no que poco a poco se nos vaya conociendo y sigamos creciendo y si a la gente le gusta la idea se una a nosotros.
Tras una primera edición de prueba el año pasado, la iniciativa ha contado en esta ocasión con el apoyo del Ayuntamiento de Segovia, que ha facilitado la infraestructura necesaria y ha cedido un espacio tanto para el acto final como para la plantación del citado rosal, acompañada de un monolito con una placa conmemorativa.
La concejala de Medio Ambiente, Paloma Maroto, que recibió a los peregrinos en la Plaza Mayor, comentó que los organizadores se pusieron en contacto con ella hace meses y el Ayuntamiento ha contribuido a la iniciativa aportando, por ejemplo, megafonía y cediendo la elipse y el quiosco de música de la plaza para el acto, además de la labor del servicio municipal de parques y jardines en la plaza de la Merced, que fue muy aplaudida.
Alrededor de las 13,30 horas hacían su entrada en la Plaza Mayor los peregrinos de las cinco vías, por diferentes accesos: la de Asia, que había partido a primera hora de la mañana desde Madrona, lo hacía por la calle San Frutos; la de Oceanía (Abades) por Marqués del Arco, la de Europa (Valseca) desde Escuderos, la de América (Real Sitio de San Ildefonso) por Infanta Isabel, y la de África (Espirdo) por la plaza del Potro.
Una vez allí soltaron globos blancos, simbolizando un deseo de Paz, que se elevaron al cielo de Segovia, en ese momento bastante nublado, aunque la lluvia, que antes del inicio de la marcha había hecho su aparición, respetó a los caminantes a lo largo del recorrido.
Prácticamente todos los participantes llevaban una rosa blanca y un pequeño saquete con tierra, recogida en el camino, que procedieron a depositar en la maceta del Rosal de la Paz, situada en la elipse de la plaza.
Posteriormente, en los jardines de la plaza de la Merced —en un lugar visible desde la acera y en una zona de mucho tránsito, sobre todo de turistas— se procedió a su plantación en el centro de una flor de grava blanca (corazón de la rosa) con cinco pétalos, símbolo de este movimiento universal y representativo de los cinco continentes, elaborada por el servicio municipal de parques y jardines. A continuación, se descubrió una placa conmemorativa, situada en un monolito de granito, que lleva grabada también el símbolo y la frase ‘Movimiento permanente Marcha Universal para la Paz’.
Los segovianos estuvieron acompañados por integrantes de este movimiento en otras provincias e incluso en México, ya que se trata de una iniciativa de carácter internacional. Entre otros, en la marcha de Segovia participó activamente Eduardo Bouza Pérez, de la Fundación Marcha Universal para la Paz a Santiago de Compostela, que realizó el camino desde Valseca. En declaraciones a EL ADELANTADO destacaba que “hay muchas ganas e ilusión por decir que otro mundo es posible pero que hay que construirlo”.
Bouza también desveló que Segovia es la primera ciudad en España que cede parte de un jardín para la plantación de la Rosa de la Paz, al igual que ya se ha hecho en Toulouse (Francia).
Finalmente, el ventorro de San Pedro Abanto fue escenario de una comida solidaria, en la que el 50 por ciento del importe de los menús se destinará a los programas que desarrolla la ongd AIDA.
Esta organización no gubernamental para el desarrollo ha colaborado en la iniciativa este año, ya que las inscripciones podían realizarse en la librería solidaria que tiene en la calle del Marqués del Arco.
