Los ataques a páginas web lanzados por seguidores de Wikileaks muestran que la ciberguerra del siglo XXI está volviéndose un asunto más amateur y anárquico de lo que algunos predecían.
Pese a que muchos países han dedicado atención y recursos a la ciberseguridad en los últimos años, la mayor parte del debate se ha centrado en la amenaza de grupos integristas como Al Qaeda o a los conflictos entre Estados.
Sin embargo, los intentos para silenciar a Wikileaks tras la filtración de unos 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado parecen haber producido una reacción bastante distinta: algo así como una rebelión popular entre centenares o miles de activistas expertos en tecnología.
«Se ha iniciado la primera ciberguerra», manifestó John Perry Barlow, fundador de la Electronic Frontier Foundation, a sus seguidores en Twitter la semana pasada. «El campo de batalla es WikiLeaks. Ustedes son las tropas».
Dicho y hecho. Algunos de los grupos más activos de internet le tomaron la palabra. Uno, denominado Anonymous, colgó la cita en la parte superior de una web titulada Operación Vengar a Assange, en referencia al fundador de la ya famosa página web.
Este grupo parece estar usando la red social Twitter para coordinar ataques a sitios web que pertenecen a entidades que consideran están intentando silenciar a Wikileaks. Entre los objetivos figuran MasterCard, Visa y un banco suizo. Todas ellas bloquearon los pagos a Wikileaks bajo una aparente presión estadounidense.
También fue atacada la Fiscalía sueca, que está detrás del arresto en Londres de Assange, de quien el país nórdico ha pedido la extradición para interrogarlo por acusaciones de agresión sexual. Algunos defensores del pirata informático consideran que los cargos tienen motivos políticos.
Parece haber sorprendido incluso a Barlow, cuya declaración de independencia para el ciberespacio se ha visto cada vez más compartida en Twitter por seguidores de Anonymous. Él mismo dice que se opone a los ataques que niegan el servicio (DDoS) a los sitios, considerándolos contrarios a la libertad de expresión.
«Apoyo la libertad de expresión, no importa de quién, así que me opongo a los ataques, sea cual sea su objetivo», dijo Barlow. «Son el gas envenenado del ciberespacio. Dicho esto, sospecho que los éstos podrán continuar hasta que Assange esté libre», añadió.
Junto a las posibles pérdidas económicas de los sitios que son atacados, el potencial daño a la reputación de las firmas también es importante.
MasterCard ha sido objeto de burlas en la red, ya que los usuarios satirizaron su conocido eslogan: «La libertad de expresión no tiene precio. Para todo lo demás, existe MasterCard».
«Esto demuestra sin duda que existe un alto riesgo y vulnerabilidad en internet», apuntó John Walker, jefe de tecnología en la compañía de ciberseguridad Secure Bastion. «Si una organización como MasterCard, con gran poder informático, puede ver cerrado su sitio, entonces ¿qué pasa con organizaciones más pequeñas y la gente corriente?», destacó.
El propio Wikileaks se ha quejado de haber sido objetivo de acciones similares desde poco antes de difundir los documentos. Aunque ha apuntado a Estados Unidos como el único causante.
En breve, Openleaks.– Antiguos colaboradores de Wikileaks planear lanzar la próxima semana una página alternativa al polémico sitio de internet, llamada OpenLeaks. Ésta recibirá documentos secretos, como el sitio fundado por Assange, pero no los publicará de forma abierta, sino que los distribuirá a los medios de comunicación.
Nuevas revelaciones.-
España y Chávez. Los responsables de la política exterior española no tienen muy buena opinión de algunos líderes iberoamericanos, especialmente del presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien la actual ministra, Trinidad Jiménez, llegó a calificar de «payaso». Así figura en una de las comunicaciones enviadas por la embajada de EEUU en Madrid al Departamento de Estado desveladas por Wikileaks, en las que también se habla de rivalidad entre Jiménez y su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos.
Cuba, insolvente. Diplomáticos de varios países, entre ellos España, aseguran que la situación económica de Cuba podría ser «fatal dentro de dos o tres años». Un documento filtrado relata los problemas económicos de la isla, que han obligado al Gobierno de Raúl Castro a recortar importaciones, suspender pagos a varios acreedores y a congelar cuentas de empresas extranjeras en bancos cubanos.
Chantaje en Nigeria. El gigante farmacéutico Pfizer contrató, supuestamente, a detectives privados para hallar pruebas de corrupción contra el fiscal general nigeriano, con el fin de chantajearle para librarse de acciones legales por un controvertido experimento farmacológico con niños aquejados de meningitis, según The Guardian. En las pruebas murieron, presuntamente, 11 niños y decenas quedaron incapacitados.
Centros nucleares en Birmania. Birmania podría estar construyendo instalaciones nucleares para misiles en lugares apartados de la selva con apoyo del Gobierno norcoreano, según Wikileaks. Los informes citan a testigos de ese país que dicen haber visto cómo técnicos asiáticos ayudaban a construir una instalación subterránea al pie de unas colinas a más de 480 kilómetros al noroeste de Rangún. Esos datos podrían confirmar los rumores que vienen circulando desde 2002 y que afirman que el país persigue la bomba nuclear.
