La Alianza completó el proceso de transición entre las dos estructuras esta mañana y, por tanto, todas las acciones que se lleven a cabo a partir de ahora estarán bajo la responsabilidad de la organización.
Los países aliados, tras fuertes divisiones iniciales, acordaron el pasado domingo hacerse cargo de las operaciones de protección de la población civil libia, lo que implica ataques contra objetivos terrestres desarrollados hasta ahora por la coalición encabezada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, descartó hoy tajantemente la posibilidad, planteada por Londres y Washington, de armar a los rebeldes libios para facilitar su victoria frente a las tropas leales a Muamar el Gadafi.
Rasmussen afirmó tras reunirse en Estocolmo con el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, que según la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), la OTAN está en Libia para «proteger a los civiles, no para armarlos».
«Nos vamos a centrar en aplicar el embargo de armas (dictado por la resolución), una decisión que afecta a todas las partes implicadas en el conflicto», explicó el secretario general de la OTAN.
El político conservador danés recordó en su comparecencia ante los medios que, desde esta mañana, la OTAN es «totalmente responsable» del operativo militar internacional desplegado en Libia «para implementar la resolución» del Consejo de Seguridad de la ONU.
A este respecto, reiteró en varias ocasiones que los dos mandatos principales de esta resolución son «proteger a la población civil» de la violencia de cualquiera de los dos bandos enfrentados en Libia y «lograr que se cumpla el embargo armamentístico».
Estados Unidos y Reino Unido han planteado en los últimos días la posibilidad de armar a los grupos rebeldes libios tras comprobar que son incapaces en la actualidad de realizar avances militares firmes frente a los leales a Gadafi a pesar de la ayuda exterior internacional.
Investigaciones secretas de la CIA. El presidente de EEUU, Barack Obama, firmó ayer una orden secreta que autoriza el desarrollo de operaciones encubiertas en Libia, informa la agencia de noticias EFE. Esta medida no prevé el suministro de armas a los rebeldes, algo que requeriría una orden adicional de Obama.
El principal mando militar de la OTAN, el almirante James Stavridis, advirtió esta semana en una comparecencia ante el Congreso de EEUU de la posibilidad de que entre estos grupos se hayan infiltrado simpatizantes de la red terrorista Al Qaeda, por lo que instó a la máxima cautela.
Según el diario «The New York Times», que cita a funcionarios estadounidenses que hablaron bajo la condición del anonimato, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) cuenta con operativos en Libia que buscan recolectar datos que faciliten los ataques militares aéreos y entablar contactos con la oposición libia.
Según el «Times», al contactar con los grupos rebeldes los representantes de la CIA esperan poder tener una mejor idea de quiénes encabezan este movimiento y qué ideas defienden.
