El caos que inunda las calles de Libia no solo es consecuencia de los altercados entre detractores y partidarios del Gobierno. Y es que una información causó ayer la alteración de ambos bandos. Así, un portavoz de los rebeldes aseguró que Jamis Gadafi, el hijo menor del mandatario libio, Muamar el Gadafi, murió junto a otras 32 personas en el último ataque de la misión de la OTAN en la ciudad de Zlitan, en el oeste del país. Por su parte, el régimen de Trípoli negó las afirmaciones de los opositores y aseguró que las informaciones que apuntan a su fallecimiento son «una sucia trampa» para encubrir la muerte de una familia en la operación de la Alianza. «Es un hecho completamente falso. Se han inventado la noticia de la muerte de Jamis Gadafi para ocultar un asesinato», declaró uno de los portavoces del Ejecutivo libio. «Esto es una artimaña para disimular su crimen», subrayó.
De ser cierta la información, sería la segunda vez que el coronel libio tiene que lamentar la muerte de un hijo, puesto a que el pasado 30 de abril, fallecieron Saif Arab y tres de sus nietos, durante un bombardeo de la Alianza.
Además, se prevé que, ahora que ha empezado el Ramadán, se recrudezcan los combates y las numerosas protestas.
En este contexto, las fuerzas contrarias al régimen continúan avanzando posiciones en el país, aunque el dirigente persiste al frente del mismo y no sucumbe a las presiones internacionales.
