El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas condenó ayer las continuas violaciones de Derechos Humanos cometidas por las fuerzas del régimen de Bashar al Asad y extendió en otros seis meses el mandato de su comisión de investigación sobre el conflicto que vive Siria y que ha provocado ya la muerte de miles de personas.
El organismo, formado por 47 países y con sede en Ginebra, aprobó con 41 votos a favor, tres en contra (Rusia, China y Cuba) y tres abstenciones una resolución presentada por los Estados árabes en la que se rechaza «en los términos más duros el aumento de las matanzas en Damasco».
El embajador de Siria, Faysal Jabbaz Hamui, afirmó que el documento es «altamente politizado y selectivo» y acusó, una vez más, a los «terroristas» islámicos de estar alimentando la violencia entre los habitantes del país.
El Consejo también amplió en seis meses el mandato de la comisión de la ONU que investiga las violaciones de Derechos Humanos y solicitó a este organismo, formado por expertos independientes y presidido por el diplomático brasileño Paulo Pinheiro, que presente un nuevo informe en la próxima sesión.
El mandato de la comisión de investigación concluía este mes de septiembre después de un año de actividad, durante el cual ha entrevistado a más de 1.100 personas, entre víctimas, refugiados, desertores y testigos.
«El trabajo de investigación es muy importante debido a que está documentando los nombres de individuos responsables de crímenes y violaciones y ayudando a que no prevalezca la impunidad. Además, permite que los responsables de estos crímenes contra el pueblo se enfrenten a la Justicia y a la rendición de cuentas», sentenció durante la sesión la embajadora de Estados Unidos, Eileen Chamberlain Donahoe.
Nuevo baño de sangre
Por otra parte, las brigadas revolucionarias nacionales aseguraron que iniciaron una «batalla decisiva» para expulsar a las fuerzas de Al Asad de Alepo. Así, el Ejército Libre Sirio (FSA), un grupo rebelde clave, inició su ofensiva con un bombardeo que provocó más de 60 fallecidos.
Los vídeos colgados en páginas web opositoras muestran cómo camiones con miembros del FSA se adentran en la ciudad norteña y son saludados por la población, que canta: «Alá es grande, la batalla de Alepo comenzó».
También puede verse como el líder del mayor conjunto de la localidad anuncia el ataque. «Con la única ayuda de nuestro Dios, saldremos victoriosos», afirma Abdul Kader al Saleh, rodeado de combatientes rebeldes.
«Todos nuestros soldados iniciaron la guerra y ya están lanzando fuertes golpes en el estratégico barrio de Seif al Dawla», explicó por su parte el comandante Abu Omar al Halabi.
