Con motivo del estreno de la nueva película de los seres azules más carismáticos, Los pitufos 2, conviene hacer un repaso de su historia. Estos simpáticos personajes fueron creados por un dibujante belga llamado Peyo, que los colocó en historietas gráficas en el semanario Le Journal de Spirou. Hablamos de 1958. A partir de ahí, su popularidad fue creciendo como la espuma, ya que era muy difícil no empatizar con estas pequeñas criaturas que vivían en setas e intentaban escapar de las garras de un villano llamado Gargamel y su fiel gato Azrrael. Tal fue la amplitud es esta pitufomanía que Hanna Barbera produjo una serie con la que han crecido los jóvenes de estos últimos 30 años. En la serie se resaltaba la amistad, el trabajo en equipo, el optimismo y, sobre todo, el triunfo del bien sobre el mal. La producción duró más de una década y fue exportada a muchos países.
La pasión fue convirtiéndose en una auténtica fiebre e incluso se lanzaron varios discos y cintas de música en la que, supuestamente, estos seres versionaban las canciones que estaban de moda logrando un alta recaudación en ventas.
Cuando estos personajes parecía que empezaban a desaparecer de las mentes de la mayoría de sus seguidores -e hijos y nietos-, llegó el empujón definitivo, se creó el proyecto de una película de los pitufos en la que se mezclaría animación y actores reales, y todo en 3-D. El filme se estrenó en 2011 y fue todo un éxito. Como incentivo, se contó con algunos de los actores televisivos más carismáticos como Neil Patrick Harris , famoso por ser el exitoso Barney en Como conocí a vuestra madre, y Sofía Vergara, uno de los personajes principales de la multipremiada serie Modern family. Por otra parte, Hank Azaria -famoso por sus voces en Los Simpson- interpretó al villano.
Las críticas de la secuela son muy favorables, de hecho, es mucho mejor que la primera entrega, como pudieron comprobar los periodistas que acudieron hace una semana al preestreno en Ronda (Málaga), cerca del único pueblo pitufo del mundo: Júzcar.
Gracias al estreno de esta superproducción, la coqueta villa malacitana vuelve a ponerse de moda, y ha sido testigo de cómo el héroe del Mundial de Sudáfrica, Andrés Iniesta, se personó allí, junto a la presentadora Eva González, para echar una mano en la reforestación de una preciosa zona castigada no hace mucho por el fuego.
Así, por les schtroumpfs, que así se llaman los pequeños héroes en francés, se ha repoblado de verde, que no de azul, un paraíso que muchos extranjeros visitan gracias a la película… y al inmortal Rilke, que pasó largas temporadas en un hotel de la zona.
Por cierto, una curiosidad. ¿A que no sabías que fueron llamados en España los tebeítos? Fue porque salían en las páginas de la célebre publicación TBO. Eso pasó a mediados de los 70. ¿Y por qué pitufos? Miguel Agustí, redactor jefe de la revista Strong, donde fueron publicados por vez primera en castellano en 1969, pensó en Patufet, figura emblemática del folclore catalán y el nombre de una célebre revista infantil de preguerra en el idioma de esa tierra.
