Los empresarios del sector del turismo rural tienen puestas sus expectativas en la puesta en marcha de la Central de Reservas de Castilla y León, que se pondrá en marcha el próximo mes de junio.
Así se puso de manifiesto ayer en la primera jornada del Congreso de Turismo y Gastronomía, que se celebra, durante tres días en Segovia. Este portal, dependiente de la Consejería de Cultura y Turismo, nació con la intención de aglutinar a todos los establecimientos turísticos. Su falta de actualización y de aceptación por parte del propio sector, ha hecho que no esté dando los frutos que se esperaban.
El presidente de la Federación de Asociaciones Castellano y Leonesas de Turismo Rural, Luis Ángel Chico, aseguró que la ocupación media actual de las casas de turismo rural ronda el 13 por ciento. Y confía en que la nueva gestión de la Central permita subir hasta el 30 por ciento, gracias a una desestacionalización del sector, y la agrupación de todos los establecimientos. Su inscripción será gratuita y voluntaria.
Ésta fue una de las conclusiones de las mesas redondas celebradas ayer por la mañana en el Teatro Juan Bravo.
Luis Ángel Chico fue uno de los expertos que participaron en un coloquio sobre los medios de comunicación y el turismo rural. Consideró «muy importante» que los medios conozcan la problemática del sector del turismo rural. Aclaró que las noticias se centran sobre todo en las ocupaciones altas que se producen en épocas muy puntuales como puentes, «pero poco se habla de cuando se está al 0,8 por ciento, que es la mayoría del año». Aunque también respaldó lo que dijo Domingo Asenjo, presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia. En su opinión, la baja ocupación no es noticia, y además sería negativo difundirlo.
Florentino Descalzo, de EL ADELANTADO DE SEGOVIA, propuso la idea de que el sector busque la creatividad con ofertas nuevas «no sólo para asegurarse la continuidad de su actividad, sino para lograr la repercusión mediática, que tanto beneficia al sector». Varios ejemplos ofreció Chico y también el leonés Jesús del Río, propietario de algunos establecimientos con ofertas no generalistas.
Precisamente éste tema centró otro de los debates, como la necesidad o no de ofrecer productos exclusivos. Lo que para algunos resulta discriminatorio, como no aceptar mascotas o niños, para otros representa un signo de distinción que garantiza un tipo de clientela muy exclusivo.
La periodista Nieves Caballero, responsable del suplemento específico GPS, habló del exceso de regulación, como el límite de 16 personas alojadas en una casa de turismo rural, a pesar de que tenga más capacidad.
También planteó si sobran casas de turismo rural en la región. El presidente de la asociación segoviana, Domingo Asenjo, respondió que no, «lo que pasa es que faltan clientes». Pero lo que sí quedó claro es que pocos propietarios de casas rurales lo tienen como primera actividad.
Fernando Lázaro, del suplemento La Posada, de El Mundo, consideró que está cambiando mucho el trato directo que había de los dueños de las casas rurales, que convivían con los clientes, al sistema actual, en que hay menos relación; y advirtió de que se van pareciendo cada vez más a los hoteles urbanos. En esta línea, Florentino Descalzo abogó por el asociacionismo y la autorregulación para evitar lo que ocurre con el sector hostelero, donde se van imponiendo las franquicias y el dominio de las grandes cadenas hoteleras, frente a las iniciativas familiares, que predomina en el turismo rural.
Algunos de los profesionales asistentes consideraron del riesgo que suponen los denominados ‘apartamentos turísticos’ en el medio rural.
También surgió el tema de los alojamientos no registrados, pero la responsable del sector en Segovia, la jefa del Servicio de Cultura, Ruth Llorente, señaló que en Segovia no hay constancia de denuncias por alojamientos clandestinos. Según los datos aportados en la jornada, en Segovia existen unas 400 casas rurales.
Por último, el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Valladolid instó a las administraciones a invertir más en la promoción de los negocios de turismo rural, tanto desde la Administración como desde el propio sector. Puso como ejemplo el caso de la Asociación de Ciudades Patrimonio, que por sus campañas han conseguido que sea un grupo muy conocido por todos los turistas.
